Braibook, el libro electrónico para ciegos creado por un joven de Terrassa
El Braibook permite descargar y 'traducir' textos al braille en cualquier idioma. Tendrá el mismo tamaño que un móvil, y puede ayudar a impulsar la educación de las personas con problemas visuales
Carlos Madolell, un joven de Terrassa que estudiaba ingeniería electrónica, estaba encantado con su libro electrónico, que lo llevaba a todas partes. En un bus, mientras leía, se subió una persona ciega. Y a Madolell le entró la duda: ‘¿por qué los ciegos no tienen una tableta para leer, con tanta tecnología dando vueltas?’.
Tras varios meses de investigaciones, encuentros con asociaciones de ayuda a personas con problemas visuales y muchas horas de búsqueda en Internet, fue desarrollando un prototipo que bautizó como Braibook, que se puede definir como un libro electrónico para ciegos.
Cuando un ciego o disminuido visual tiene que leer, pasa sus dedos por el relieve de los puntos que conforman el sistema braille. Con el Braibook es al revés: los ocho dedos de la mano –se excluyen los pulgares- tienen que quedar fijos sobre los puntos del dispositivo, que suben y bajan conforme van pasando las letras de un texto. «Es el mismo principio de los puntos luminosos de un cartel LED», explica Madolell.
El invento tiene una gran ventaja sobre los demás dispositivos electrónicos para ciegos: es capaz de interpretar y ‘traducir’ al sistema braille cualquier idioma. El usuario sólo tiene que descargar los textos en un ordenador, y pasarlo al Braibook con una tarjeta SD.
Así se puede levantar la barrera de algunos de los grandes problemas para los ciegos y disminuidos visuales para leer: hay pocos libros en braille, y los que se encuentran en el mercado, son caros y pesados para transportar.
En búsqueda de financiamiento
El invento de Madolell le hizo ganar el premio Yuzz, un programa para emprendedores jóvenes auspiciado por el Banco Santander. También ha viajado a Silicon Valley para recibir asesoramiento para llevar adelante el negocio, y sigue buscando vías de financiamiento para poder lanzar su creación al mercado, programado para septiembre u octubre. «La ONCE no está ayudando pero no en el tema de inversión. Todo lo estamos haciendo con fondos propios, con nuestros ahorros», detalla.
Otra gran ventaja es el tamaño: el Braibook tiene el mismo tamaño que un móvil, y pesa unos 350 gramos. Y otro punto a favor es su coste: mientras que otros dispositivos similares no bajan de los 2.000 euros, Madolell quiere lanzarlo al mercado a 250 euros.
A diferencia de los audiolibros, con el Braibook el usuario ciego puede tener un mayor poder de concentración al ‘leer’ sus textos. Además, permitiría la posibilidad de que cualquier texto, sea de ocio o académico, pueda ser traducido por el dispositivo, y multiplicar las posibilidades educativas de las personas ciegas.
«El 80% de los niños con dificultades visuales, que viven en países subdesarrollados, no están escolarizados por falta de material», describe Madolell, y recuerda que en España hay casi un millón de personas con problemas visuales, de los cuales 58.300 son ciegos y 920.000 tienen baja visión.