Batalla campal en La Vanguardia por querer ensuciar el nombre de Colau
La libertad de expresión es incuestionable. Y todas las personas deben poder ejercer ese derecho. Pero cuando los problemas en una organización se ventilan en público, las cosas adquieren otro cariz. Es lo que ha pasado en La Vanguardia, con una información de su corresponsal en Washington, Jordi Barbeta.
Al veterano periodista, que seguía las informaciones del Govern de Artur Mas y de CiU antes de que la dirección del periódico le enviara a Washington –¿como premio o como castigo?– no se le ocurrió otra cosa que relacionar a Ada Colau con Bin Laden, por persona interpuesta.
Juliana no se corta un pelo
En una información sobre los libros y los documentos que el Gobierno de Estados Unidos encontró cuando eliminaron a Bin Laden, Barbeta cita que se hallaron libros de Noam Chomsky, «uno de los intelectuales que acaba de apoyar con su firma a la candidatura de Ada Colau«.
Enric Juliana, director adjunto de La Vanguardia, que dirige Màrius Carol, no ha querido cortarse un pelo. Y constata en su cuenta de twitter que «hacer juegos de palabras, en un pequeño recuadro, sobre Bin Laden y Colau es un error impropio de periodistas maduros. No debería haber pasado».
¿Quién le dejó publicar esa maldad a Barbeta, que quiso agradar, tal vez, a CiU y a Xavier Trias, que protagoniza una dura batalla electoral con Colau?
Fer jocs de paraules, en un petit requadre, sobre Bin Laden i Colau és un error impropi de periodistes madurs. No hauria d’haver passat.
— Enric Juliana Ricart (@EnricJuliana) Mayo 21, 2015