Ana P. Botín, la quinta mujer más poderosa del mundo
La nueva presidenta del Santander influirá más que las primeras ejecutivas de General Motors e IBM; la potencia del banco la sitúa por encima de políticas como Michelle Obama o Hillary Clinton
Ana Patricia Botín es la quinta mujer más poderosa del mundo tras asumir la presidencia del Santander.
Se trata del mayor banco de la zona del euro, que obtiene la mitad de los beneficios en dos países: Reino Unido y Brasil. Goza también del favor de la mayor comunidad inversora: la City londinense. Además, el banco tiene presencia destacada en Estados Unidos, México y Europa del este.
España supone el 14% de las ganancias, aunque el dominio que ejercerá sobre el mercado doméstico sólo encontrará rival en Isidro Fainé, presidente de La Caixa, y Francisco González, responsable de BBVA. La hija de Botín, fallecido este miércoles, logra la mayor influencia que jamás ha acumulado una mujer en España (Isabel la Católica al margen).
Sin rival en España
En el Ibex sólo hay dos presidentas más. Se trata de Esther Koplowitz, fuertemente endeudada para rescatar a FCC de la insolvencia, y Ana María Llopis, que ejerce el cargo no ejecutivo en la cadena de supermercados DIA. La consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa –consideraba la mejor directiva del año— pilota un banco pequeño para pertenecer a la élite bursátil española.
El Santander, por otro lado, tiene la capacidad de condicionar cualquier emisión de deuda soberana española y financia buena parte de las administraciones. Bajo esta realidad, sus decisiones pueden situarla por encima incluso de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
Si hoy ‘Forbes’ revisara su lista
Si hoy se aplicaran los parámetros de Forbes para elaborar el ranking anual de las más poderosas, por encima de Ana P. se posicionarían, por orden descendiente, la canciller alemana, Angela Merkel; la presidenta del banco central estadounidense (Reserva Federal), Janet Yellen; la esposa del fundador de Microsoft, Melinda Gates; la presidenta de Brasil, Dilma Rouseff; y, finalmente, la nueva primera ejecutiva del Santander.
Justo a continuación seguirían la directora-gerente del FMI, Christine Lagarde; la consejera delegada de General Motors, Mary Barra; la directora financiera de Facebook, Sheryl Sandberg; y la consejera delegada de IBM, Virginia Rometty. Michelle Obama y Hillary Clinton cerrarían las diez primeras damas más influyentes del planeta.
Relevo familiar
En las últimas actualizaciones oficiales de este tipo de clasificaciones no había ni rastro de españolas. El fallecimiento de Emilio Botín ha comportado esta deriva inesperada hasta ayer mismo. El banquero estaba a punto de cumplir 80 años y hacía semanas que movía ficha para entregar el testigo del poder.
Ana P., de 53 años, dirigía Santander UK con éxito, aunque los accionistas minoritarios consideran que no es la mejor opción para el relevo, según expresan en varios foros especializados de bolsa. Desde el punto de vista de los resultados, su plaza es la mayor contribuyente en beneficio.
Credenciales de Ana Patricia
La nueva presidenta del Santander debutó en tareas similares como jefa de Banesto. Desde ahí, su padre la promocionó para que ganara experiencia con el objetivo de sustituirle. Sus credenciales vienen manchadas por el constante retraso de una oferta pública de venta prevista para la filial del Reino Unido.
Los especialistas en finanzas así como el resto de banqueros consideraban lo operación bursátil como una auténtica prueba de fuego para valorar la capacidad de Ana P. para presidir uno de los bancos más internacionalizados del mundo. Marín dijo en junio que la operación no se planteará, finalmente, hasta junio de 2015.
Cambios en la filial inglesa
El relevo en la cúpula del banco fuerza la reorganización de Santander UK. Nathan Bostock es director general de la unidad y reemplazará, con toda probabilidad, a Ana Patricia. El nuevo máximo responsable del negocio inglés procede de RBS y fichó por el grupo español este mismo diciembre. El consejo de administración ha decidido los movimientos activados este miércoles por dos razones.
La fundamental es que los mercados esperaban a Ana Patricia y, por tanto, han pretendido ahorrar sorpresas. Pero además, quieren transmitir una imagen renovada que no se habría logrado con otras opciones. El número tres del banco, Matías Rodríguez, aunque atesora amplia experiencia y una proyección pública notoria, tiene 65 años.