“Hay empresas gallegas muy potentes que pueden comprar Alcoa”

Los Observatorios de Economía Digital Galicia se sumergen en el pasado para conocer mejor el presente. Es, por resumirlo en forma de metáfora, como mirar por el retrovisor de un coche en marcha antes de adelantar, en palabras de Xoán Carmona. El catedrático de Historia e Instituciones Económicas de la Universidade de Santiago comparte análisis con otro colega, Jorge González Gurriarán, catedrático de Organización de Empresas en la Universidade de Vigo y ex director de Vulcano y del Igape. Ambos desmenuzan los problemas estructurales de la economía gallega en un Observatorio de ED Galicia que lleva por título “Crisis en la industria: las claves”. 

El año de la pandemia también ha sido en Galicia el de una crisis que poco ha tenido que ver con el Covid; paralela, por decirlo de algún modo, cuyo impacto solo se mide por ahora por la pérdida de cientos empleos. Cierre de térmicas como As Pontes o Meirama, conflictos de Alcoa en San Cibrao y A Coruña, astilleros sin carga de trabajo como Navantia o Barreras… Gurriarán y Carmona abordan en el encuentro las causas de todos estos problemas. 

Resumen del encuentro

Por ejemplo, Alcoa. La opacidad en la “privatización acelerada” de Inespal, según Carmona, todavía está por explicar. “Dios sabe lo que firmaron Aznar y Piqué, que era el ministro de Industria, cuando privatizaron Inespal”, asegura el catedrático. Algo en lo que coincide con González Gurriarán es en la escasa importancia que se concede en la crisis de Alcoa a una opción gallega para la compra que pasa por tres empresas, que son a la vez clientes de la planta de San Cibrao. “Hay empresas gallegas, muy potentes y muy internacionalizadas, que pueden comprar Alcoa”, aseguran. 

Gurriarán cita a Aluminios Cortizo, con base en Padrón, y Carmona suma otras dos, sin mencionarlas, en referencia a Exlabesa y Extrugasa, “que conforman un auténtico distrito industrial”. “Son muy discretas, pero muy potentes, y nada se habla de ellas, solo de que venga la SEPI”, dice Carmona. “Eso es lo sorprendente”, añade Gurriarán. 

Ambos catedráticos también abordan otro de los problemas estructurales de Galicia, que reside en la falta de empresas medianas con un alto contenido tecnológico. También analizan cuestiones demográficas (“cuando no hay personas, no hay país”, dice Gurriarán”) y dependencias que arrastran determinados sectores.  

Encuentro completo 

“No he visto una política industrial definida en los últimos treinta años”, asegura Carmona. “Galicia no tiene un sector industrial representativo de esta época”, dice el catedrático de la USC. Para González Gurriarán, “el naval es un enfermo crónico y la automoción depende de decisiones extranjeras absolutamente”. 

Los Observatorios de Economía Digital Galicia, que nacieron el año pasado, en plena pandemia, se enmarcan en el proyecto Galicia Smart Business, que cuenta con el patrocinio y la colaboración de empresas como Gadisa, Luckia, Coren, Hijos de Rivera, Grupo Cortizo y Syca, y entidades como el Igape. Bajo el paraguas de Galicia Smart Business, Economía Digital Galicia también edita el Atlas Gallego de la Empresa Comprometida, que se encuentra en su segunda edición.