Una empresa gallega, en el corazón del CERN suizo desde hace cinco años
Arce Clima, empresa ubicada en Culleredo, lleva desde 2016 trabajando como proveedora del Centro Europeo para la Investigación Nuclear (CERN), conocida por el descubrimiento del Bosón de Higgs
Durante décadas, Galicia y, dentro de ella, la provincia de A Coruña, ha sido la cuna de numerosas compañías especializadas en proveer a grandes multinacionales. Nombres como Cándido Hermida, Caamaño o Malasa se expandieron al lado de gigantes como Inditex. Pero existen más casos de relumbrón no tan conocidos. En el municipio coruñés de Culleredo, Arce Clima, compañía con más de 26 años de experiencia y una plantilla que sobrepasa las 180 personas distribuidas en distintos países de Europa, se ha convertido, desde 2016, en un proveedor habitual del CERN, el Centro Europeo para la Investigación Nuclear.
Situado en Suiza, en la frontera con Francia, es una organización de investigación europea que opera el laboratorio de física de partículas más grande del mundo. La entidad abandonó el ámbito de los medios especializados y bajó a tierra en el año 2012, cuando descubrió el Bosón de Higgs, la también llamada ‘partícula de Dios’.
De Inditex a Hijos de Rivera o Nike
Pero ¿cómo trabaja Arce Clima para el CERN y cómo se inició esa colaboración constante, que se mantiene desde 2016?
Presidida por José Raposo, Arce Clima es una compañía que se dedica aportar soluciones en áreas como la climatización, la protección contra incendios y el control y regulación de sistemas. Explican a Economía Digital Galicia que el trabajo de la firma coruñesa “no acaba una vez que la instalación está en funcionamiento”, ya que se encargan del mantenimiento y ajuste de las soluciones implementadas. Centrada en garantizar la eficiencia en el consumo energético y la reducción del número de averías, la cartera de clientes de Arce Clima ya es relevante por sí misma, sin necesidad de recurrir al laboratorio europeo. La compañía trabaja para gigantes como la propia Inditex, Hijos de Rivera, Meliá, NH, Nike, EA Sports, Metro de Madrid, Decathlon, Finsa, Alcampo e Ikea, entre otras.
El desembarco de Arce Clima en el CERN, de Culleredo a Suiza, arrancó hace casi cinco años. Entonces, según explican desde la empresa, un fabricante europeo de equipos de climatización que ya había trabajado para el famoso centro europeo colocando enfriadoras de agua, comenzó a ofertar sus productos a aquellas empresas nacionales del ámbito de la ingeniería que ejecutaban instalaciones de clima al gigante de la investigación nuclear. Esa fue la primera toma de contacto.
¿Cómo se llega a trabajar para el CERN?
El camino de una empresa para llegar a Suiza y, más concretamente, al CERN no es sencillo. “Tras investigar, nos pusimos en contacto con una oficina del CERN que, precisamente, trata de introducir empresas españolas en esta entidad europea”, explican desde Arce Clima (al ser un organismo de carácter internacional, con 22 estados miembros, existen oficinas de captación similares en otros países colaboradores). “Fue ahí donde nos indicaron los pasos a seguir para llegar a colaborar con ellos”, indican. Tras una extensa presentación de la compañía a nivel técnico y financiero, los de Culleredo lograron ser incluidos en una exclusiva base de datos de firmas “aptas” para ejecutar cierta tipología de proyectos del departamento de Cooling and Ventilation (Refrigeración y Ventilación) del CERN.
Una vez en esa base de datos, Arce Clima fue invitada a participar en distintas licitaciones de proyectos de la organización. “A los pocos meses, ya en la segunda mitad de 2016, conseguimos la primera adjudicación”, comentan.
Sujeto a cláusulas de confidencialidad, el trabajo de Arce Clima en el CERN se centra en elaborar proyectos en los ámbitos de la climatización y protección contra incendios que son previamente diseñados desde el centro de investigación. “Son proyectos amplios, van desde la elaboración de diagramas de proceso e instrumentación, los documentos principales de los proyectos, a planos 3D, cálculos técnicos para dimensionar los componentes de las instalaciones (hidráulicos, aeráulicos, estructurales…), esquemas eléctricos, fichas técnicas de los elementos a ser instalados o listado de puntos a ser controlados por el autómata”, enumeran. “Luego, en lo que se refiere a la ejecución de los proyectos abarcamos desde la compra de materiales seleccionados hasta el envío al CERN y la supervisión e instalación con personal propio, reduciendo la subcontratación al mínimo posible”, añaden. Muestra de que la colaboración está ya sostenida en el tiempo es que, en ocasiones, “para proyectos de menor envergadura, a veces el CERN nos permite diseñar desde cero, proponiendo nosotros la tipología de la instalación o la solución a llevar a cabo”.
Casi sin hacer ruido, el crecimiento de Arce Clima ha sido constante en los últimos años. En la actualidad, la compañía coruñesa cuenta con filiales en Reino Unido y en Suiza, además de establecimientos permanentes en Francia, Dinamarca y Holanda.
Trabajar en plena pandemia
Con todo, aun como proveedor del CERN y de grandes multinacionales de distintos sectores, el Covid ha representado un reto para Arce Clima. “Sí, claro que supuso un golpe importante a las expectativas que teníamos puestas en el año 2020. El parón de actividad en punto físico supuso un frenazo para nuestro desarrollo, sobre todo en los meses de primavera”, conviene la compañía de Raposo, que indica, no obstante, que la firma logró salvar el ejercicio.
“A lo largo de los meses de verano y otoño hemos conseguido reactivar la actividad a un ritmo casi normal, lo que nos ha permitido igualar a 2019 en términos de facturación siendo ese, no obstante, un mal año para Arce Clima”, apuntan. “El hecho de que los espacios cerrados representen un punto crítico para el virus ha hecho que varios clientes hayan optado por la revisión de sus sistemas de ventilación y renovación de aire, en lo que tiene que ver con nuestro trabajo de mantenimiento. En cuanto a obra nueva, hemos tenido especial cuidado con la instalación de filtros HEPA, entre otros”, explican, en relación a una clase de filtros de ventilación habitualmente empleados en aviones y hospitales para limpiar el aire de partículas como virus y bacterias y que han cobrado especial relevancia con la irrupción de la pandemia.
A pesar del momento actual, con Europa inmersa en la tercera ola de la pandemia, desde la compañía de climatización son optimistas. “Creemos que 2021 será un año probablemente más positivo, sin dejar de lado la incertidumbre que existe, pero que debe hacer que nos volquemos todavía más en nuestro trabajo y en los sectores predominantes en este momento, como el tecnológico o el industrial”, concluyen.