La otra contaminación de la Galicia urbana: el ruido del tráfico afecta al 70% de la población
O Atlas Urbano de Sostibilidade en Galicia chama a atención sobre os problemas que a contaminación acústica xera nos cidadáns das sete cidades, aínda que afecta a unha diminución xeral do impacto entre 2015 e 2020 a excepción de Pontevedra e Lugo.
Más allá de la contaminación atmosférica, las siete ciudades gallegas experimentan de forma notable, aunque cada vez más a la baja, la acústica. Así lo reflejan los resultados del Atlas Urbano de la Sostenibilidad en Galicia, proyecto de Economía Digital Galicia que se enmarca bajo el paraguas de Galicia Smart Business y que analiza el compromiso con el medio ambiente y la mejora de la calidad de vida de la población en las urbes de la comunidad atendiendo a distintos parámetros, que van desde el acceso a la vivienda, las distintas formas de movilidad o la gestión del agua.
Los resultados del Atlas, coordinado por el profesor en Socioloxía por la UDC Xosé Gabriel Vázquez, evidencian que al margen de la contaminación del aire –ninguna de las ciudades detecta valores superiores de contaminación aérea marcados como límite por la normativa, aunque incumplen las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS)– la ciudadanía de las siete urbes se manifiesta afectada, de forma general, por los ruidos del entorno, destacando el del tráfico rodado.
De hecho, atendiendo a los diversos estudios y datos de medición analizados en el Atlas de ED Galicia se arroja la conclusión de que el 10% de los hogares gallegos padece algún tipo de problema derivado del ruido urbano. El del tráfico urbano, el más perjudicial para la salud, afecta, de media, al 70% de la población de las siete ciudades, un porcentaje que se va hasta el 90% en el caso de A Coruña.
No obstante, los resultados del Atlas Urbano de la Sostenibilidad en Galicia también evidencian que el conjunto de las ciudades constata una caída en lo que respecta a las afecciones por ruido entre el periodo 2025 y 2020 (influye en el último tramo la situación de confinamiento por la pandemia) con las excepciones de Pontevedra y Lugo.
Pero, ¿cuánto ruido se genera en las ciudades gallegas? El Real Decreto 1367/2007 que desarrolla la denominada Ley del Ruido establece que el mismo no debería sobrepasar los 65 decibelios (dB) en los periodos diurnos y vespertinos y los 55 en los nocturnos en las zonas residenciales (incluyen estas los espacios de alta densidad de tráfico y las zonas verdes). Esas tasas se reducen hasta los 60 dB durante el día y 50 para la noche en las zonas de “protección especial”.
Red de mediciones en Galicia
Tal y como apunta el Atlas Urbano de Economía Digital, MeteoGalicia cuenta con mediciones de la Rede de Ruído da Xunta de Galicia, compuesta por ocho estaciones urbanas de vigilancia localizadas en Riazor (A Coruña), parque Raíña Sofía (Ferrol), Campus universitario de Santiago y San Caetano, también en Santiago, Avenida Fingoi (Lugo), Eulogio Gómez Franqueira (en la estación de autobús y ferrocarril de Ourense), el medidor de Campolongo, en Pontevedra, y el Coia, en Vigo.
Atendiendo al índice Lden, que pondera el nivel de ruido en los periodos de día, tarde y noche, los valores más altos en las ciudades gallegas se alcanzaron en 2019, excepto de las estaciones de San Caetano, en Compostela, y de Fingoi, en Lugo. Los autores del Atlas destacan que “la irrupción de la pandemia del Covid y la aprobación del primer estado de alarma derivaron en una reducción de los valores en 2020 en cinco de las siete estaciones de MeteoGalicia”.
En 2021, se observa un aumento de los valores del índice Lden en tres estaciones (San Caetano, Fingoi y Coia), aunque en otras tres estaciones predominó la estabilidad interanual (Parque Raíña Sofía, Eulogio Gómez Franqueira y Campolongo).
Lejos de las recomendaciones de la OMS
Es decir, la contaminación acústica se reduce en las grandes urbes gallegas, aunque continúa siendo un problema. Al margen de la normativa vigente, hay que tener en cuenta las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que destaca el objetivo de reducir la exposición de la población europea al ruido del tráfico rodado por debajo de los 53 decibelios de ruido medio en 24 horas. Una meta que no fue alcanzada por ninguna ciudad según los datos de los medidores de la red autonómica en 2019 y 2020. En 2021 el valor más bajo se registró en la estación del campus universitario de Santiago (57 dB) y el más alto en la de Ourense (68 dB).
La OMS también aconseja un máximo de 45 dB de ruido medio por la noche por causa del tráfico rodado. De nuevo, en 2021, ninguna de las siete estaciones activas de vigilancia (la de A Coruña estaba en obras) registró cifras por debajo de ese valor.
Por otro lado, el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), también analizó recientemente el impacto del ruido del tráfico en 749 ciudades europeas. El citado informe, según recogen los autores del Atlas de ED Galicia, se centró en analizar el porcentaje de población expuesta a niveles de ruido por encima de los 55 decibelios y el porcentaje de población adulta (20 o más años) que sufre molestias por esta causa. Atendiendo a este medidor, de las ciudades gallegas A Coruña fue la que registró el mayor grado de exposición demográfica, con el 90,4% de sus habitantes. Vigo se quedó en el 75,5% mientras que Pontevedra registró el valor más bajo, con un 65,2% de su población.
Ruido generado por el entorno
El Atlas Urbano de la Sostenibilidad en Galicia también analiza los datos sobre la contaminación acústica generados por el Instituto Galego de Estatística (IGE), que analizan los problemas de ruido generados por vecinos.
Los resultados indican que “el 4,2% de los hogares de la ciudad de Lugo son los que manifiestan la menor incidencia de este tipo de problema, incluso por debajo de la media autonómica (4,9%)”. “A continuación, figura Santiago de Compostela (5,3% de los hogares) mientras que en el polo opuesto destacan las ciudades de Pontevedra (8%) y Ourense (9,1%) por albergar los hogares que, en mayor proporción, declaran sufrir ruidos producidos por sus vecinos”. En la evolución entre las encuestas de 2015 y 2020 se aprecia un descenso del porcentaje de hogares afectados por este tipo de problema en cuatro de las ciudades, el cual fue más pronunciado en Santiago (-2,1 puntos) y Lugo (-4,5 puntos), mientras en Ourense (+1 punto) se expresó un aumento moderado del porcentaje de hogares afectados por ruidos producidos por sus vecinos.
Con respecto a los hogares con problemas de ruidos que proceden del exterior de sus edificios (tráfico, negocios, ocio, …), en el año 2020, los hogares de la ciudad de Lugo también son los que percibieron este problema en menor proporción (8,9%), seguidos de los de Ferrol (9,3%). En las demás urbes, la incidencia porcentual entre los hogares superó la autonómica (10,2%), destacando Ourense (16,1%) y Pontevedra (16,2%). Al comparar los resultados de las encuestas de 2015 y 2020 se observa un declive de la incidencia del problema de los ruidos externos entre los hogares de Ferrol, Santiago, Vigo y, sobre todo, en los de Ourense (-4,3) y A Coruña (-6,2 puntos). Al contrario de Lugo (+1) y Pontevedra (+6 puntos), en las que aumentó el porcentaje de hogares con problemas de ruidos procedentes del exterior de sus edificios.
La primera edición del Atlas Urbano de la Sostenibilidad en Galicia puede descargarse de forma gratuita en la propia página de ED Galicia. Esta iniciativa se enmarca dentro del paraguas que es Galicia Smart Business y cuenta entre sus patrocinadores a instituciones y empresas. Entre ellas, las diputaciones de A Coruña y Lugo, y compañías como Ence, Espina, Reganosa y Sogama.