Atlas Urbano de la Sostenibilidad en Galicia: la calidad del agua mejora, pero continúan los vertidos a las rías
O 94% das vivendas das sete cidades verten as súas augas residuais á rede pública de sumidoiros, pero aínda hai unha porcentaxe de vertidos incontrolados que poden chegar ao mar.
El Atlas Urbano de la Sostenibilidad en Galicia, proyecto de Economía Digital Galicia que se enmarca bajo el paraguas de Galicia Smart Business analiza el compromiso con el medio ambiente y la mejora de la calidad de vida de la población en las siete ciudades gallegas atendiendo a parámetros que van desde el acceso a la vivienda, la gestión de los servicios públicos, los distintos modos de movilidad o la contaminación atmosférica y acústica. El estudio, cuyos resultados pueden descargarse en la propia web de ED Galicia, también chequea la gestión de agua de las grandes urbes.
Los autores del Atlas han fiscalizado la gestión de un recurso tan preciado como el agua analizando distintos indicadores que van desde el consumo per capita en el sector doméstico, el origen del suministro que reciben las viviendas familiares, cómo evacuan las aguas residuales, la presencia de vertidos en las rías gallegas y la calidad de las aguas para el baño. Los resultados evidencian que aún queda camino por recorrer a pesar de los notables avances.
La calidad del agua en las ciudades gallegas y la gestión de la misma, atendiendo por ejemplo a una evacuación controlada, mejora paulatinamente. No obstante, en la actualidad, aunque en una proporción a la baja, los vertidos a las rías gallegas aún no se han erradicado por completo.
Cuánta agua consumimos
¿Cuál es la ciudad de Galicia que consume más agua? La pregunta tiene difícil respuesta ya que no hay datos oficiales de todas las urbes: solo de A Coruña, Lugo, Pontevedra y Vigo. De estas, en 2021, la ciudad herculina destacó como la que presenta el mayor consumo per cápita de agua, llegando a los 128 litros por habitante y día, dos litros por encima de Vigo. Lugo y Pontevedra marcan cuotas inferiores, con 113,6 y 116 litros respectivamente. Los datos disponibles evidencian que el consumo creció en todas las urbes en 2020, llegando la media autonómica a los 130 litros por habitante y día, un incremento directamente relacionado con la situación de confinamiento por el Covid.
¿Es posible reducir estos consumos? Lo es. No sólo promoviendo desde las administraciones y las empresas un uso responsable, sino favoreciendo la implantación de equipamientos más eficientes y modernizando las infraestructuras de redes municipales de abastecimiento de agua corriente, ya que siguen sufriendo pérdidas. Un dato: en 2021, los servicios municipales de A Coruña y de Pontevedra estimaron un porcentaje de un 9,4% y de un 8,9% respectivamente.
De dónde llega y cómo se evacua el agua
En algunos casos no existen datos actualizados. Sin embargo, atendiendo al último Censo de Población de Viviendas, en 2011 el 94,2% de las viviendas principales de las siete ciudades accedieron al agua corriente a través de las conexiones de sus edificios a la red pública de abastecimiento. El indicador, no obstante, presentaba un valor inferior en Pontevedra, de un 87,9% y superior en A Coruña, de un 98,4%. Que existan viviendas donde el abastecimiento se lleva aún a cabo mediante redes privadas o particulares constituyen una señal de insuficiencia o de carencias en la red pública de abastecimiento.
Pero, tan importante en la gestión del agua es el origen del suministro como la evacuación. De nuevo atendiendo al Censo de Población de Viviendas del INE se extrae que, de media, el 94% de las viviendas principales censadas en el conjunto de las siete ciudades desaguaban a la red pública de alcantarillado, mientras que el 3,6% desembocaba las aguas residuales a otro tipo de sistemas.
Aunque esta última sigue siendo la opción minoritaria, alcanzó cierta relevancia en Lugo (7%), Santiago (6,4%) y Pontevedra (4,9%). Esta no es una opción aconsejable, ya que puede derivar en evacuaciones directas de aguas residuales sin depurar a una fosa séptica, un pozo, al río, al mar, etc…
Los autores del proyecto, coordinado por Xosé Gabriel Vázquez, profesor de Sociología en la UDC, recuerdan que la aguas residuales domésticas “contienen contaminantes procedentes de alimentos y defecaciones, medicamentos, jabones, detergentes y otros productos de limpieza. De ahí la necesidad de que sean canalizadas por la red pública de saneamiento hasta una estación depuradora para su correcto tratamiento”.
Del baño a las rías
Los datos analizados en el Atlas Urbano de la Sostenibilidad en Galicia también arrojan una curiosa dualidad. Aunque la calidad de las aguas destinadas al baño es altísima en las ciudades con mar, siguen existiendo vertidos incontrolados a las rías.
Según las valoraciones técnicas de la Consellería de Sanidade, la calidad del agua en las seis ciudades con zonas de baño alcanzó un valor promedio del 98,6%, lo que significa que posee una calificación de “excelente”, mientras que el restante 1,4% la tiene “buena”.
No obstante, siguen registrándose vertidos a las rías gallegas. Según los datos del servicio de inspección de Augas de Galicia, en 2021 se registraron 217 vertidos en la Ría de Vigo, que representa la mayor proporción, un 13%, con respecto del total de vertidos detectados en las rías gallegas, y que ascendieron a 1.671. A continuación destacan los porcentajes de la Ría de Pontevedra (9,9%) y los de la Ría de Ferrol (8,5%).
El análisis de estos vertidos indicaba que, por ejemplo, en la Ría de Ferrol, el 31% de los mismos cumplieron los límites normativos marcados, un porcentaje que en la viguesa se elevó hasta rozar el 60%.
Los vertidos “subsanados” abarcaron desde el 33,2% de la Ría de Vigo, hasta el 53,1% del total en la Ría de A Coruña. No obstante, la mala noticia es que siguen detectándose volúmenes de vertidos que superan los límites normativos y que, por lo tanto, pueden valorarse como contaminantes o tóxicos. Del total de vertidos detectados en la Ría de A Coruña tan sólo un 2,3% se consideran de este tipo, porcentaje que se eleva hasta un 19,7% en Ferrol.
Tanto en 2020 como en 2021, la ría coruñesa se distinguió por los porcentajes más bajos de vertidos que no cumplían los límites normativos, a diferencia de Ferrol, que se situó en el extremo opuesto los dos años.
Atlas de ED Galicia
El Atlas Urbano de la Sostenibilidad en Galicia, al igual que su hermano mayor, el Atlas Gallego de la Empresa Comprometida, se encuentra bajo el paraguas del proyecto más grande que desarrolla este medio, Galicia Smart Business. En su primera edición cuenta entre sus patrocinadores a instituciones y empresas como las diputaciones de A Coruña y Lugo, y compañías como Ence, Espina, Reganosa y Sogama.