El Atlas Gallego de la Empresa Comprometida es “una nueva forma de descubrir una realidad”

La utilidad que presenta como herramienta para tomar decisiones y, a la vez, la oportuna mirada que ofrece hacia un nuevo modelo que pivota sobre un entorno más sostenible son dos aspectos que, a juicio de destacados economistas gallegos, sobresalen en la segunda edición del Atlas Gallego de la Empresa Comprometida. También desde patronales sectoriales como Asime se valora el compromiso empresarial precisamente en una etapa de pandemia. 

En la utilidad del Atlas coinciden los catedráticos Fernando González Laxe y Santiago Lago, del Foro Económico de Galicia, y en esa nueva y pertinente mirada sostenible se detiene María Bastida, profesora del Área de Organización de Empresas de la USC. Enrique Mallón, secretario general de la patronal Asime, ofrece la opinión desde la empresa. 

Las visiones de Laxe y Lago 

“El atlas nos permite aprender sobre la economía de Galicia. Es una nueva forma de descubrir una realidad”, asegura Fernando González Laxe. Para el expresidente de la Xunta y fundador del Foro Económico de Galicia, “si no disponemos de información difícilmente se pueden instrumentalizar mecanismos de relanzamiento económico que mejoren la productividad y fomenten la competitividad”. “El Atlas nos proporciona dicha información, de ahí su gran utilidad”, asegura González Laxe.  

“Celebro la continuidad y expansión del Atlas”, mantiene Santiago Lago. Para el catedrático vigués, director del Foro Económico de Galicia, “la elaboración de rankings es importante para las empresas y sus diversos stakeholders, para poder comparar e identificar fortalezas y debilidades; también modelos de éxito a los que seguir”.  

“El Atlas”, según Santiago Lago, “es particularmente relevante para empresas gallegas sin duda importantes para su economía, pero que no alcanzan todavía el tamaño suficiente para ser incluidas en otros radares españoles y europeos. Una herramienta de utilidad”, concluye. 

El análisis de Bastida 

María Bastida afirma que “los informes que radiografían las empresas siempre resultan atractivos, porque permiten hacerse una idea genérica del tejido empresarial de un territorio de una forma práctica y sencilla”. “Lo que suele resultar complicado es hacerlos atractivos, porque el lenguaje universal de los negocios sigue siendo el numérico y ahí, hay poco margen de cambio”, explica la profesora de la USC, del Área de Organización de Empresas. “Sin embargo”, continúa Bastida, “este informe lo consigue, y lo hace ofreciendo una mirada alternativa sobre el mundo empresarial que pretende condensar los efectos de las organizaciones en el entorno”.  

“Si alternativo es el enfoque, no menos alternativa es la mirada sobre las instituciones empresariales: demasiadas veces hablamos y analizamos sus deseconomías o efectos negativos, sin apreciar o poner en valor los impactos positivos. Este informe sí lo hace, estimando el valor del compromiso de las organizaciones con su entorno inmediato”. 

Nuevo paradigma 

María Bastida también destaca que “estamos avanzando hacia un nuevo paradigma de actividad económica, que combina el crecimiento con la sostenibilidad. Y este concepto, tantas veces referido como pocas explicado, alude precisamente a este compromiso: con el medio ambiente, el empleo de calidad, la igualdad, la movilización de recursos autóctonos, el desarrollo endógeno o el equilibrio territorial. 

Es “un documento novedoso, necesario, pertinente, y acorde con las necesidades de información más recientes”, explica. Además, “en un mundo de informes de coyuntura, los autores han sabido encontrar una marca diferencial que, además, recupera una tradición casi olvidada: ¿quién no guarda un Atlas en su baúl de recuerdos escolares?”,  

Para Asime, en un momento oportuno 

Desde la patronal Asociación de Industrias del Metal y Tecnologías Asociadas de Galicia, su secretario general asegura que “la responsabilidad social corporativa es hoy en día un elemento irrenunciable de cualquier empresa”. “Este atlas ofrece un año más una radiografía de la empresa gallega, que está sin duda comprometida con los retos que se le presentan ligados a la transición energética, gestión de personas y su propio entorno directo”, explica Enrique Mallón.  

El responsable de Asime alude a “un compromiso que ha estado siempre presente, pero que hemos podido ver más que nunca en estos dos últimos años donde a pesar del golpe que ha tenido la pandemia de la Covid-19 en la facturación de muchos sectores, las empresas se han comprometido con el empleo, la flexibilidad y el respeto por el entorno y el medio ambiente”.