Atlas Gallego de la Empresa Comprometida: los avances llegan al medio ambiente y la ética
Os resultados da terceira edición do Atlas Galego da Empresa Comprometida da Economía Dixital Galicia amosan avances na implicación co medio ambiente e apenas melloras en todo o relacionado coas persoas.
Un salto en la relación con el entorno más próximo, mejoras en cuestiones de gobierno corporativo relacionadas con la ética y sustanciales avances en políticas medioambientales. Como contrapunto, escasos progresos en ámbitos como las relaciones laborales y las personas. Este bien podría ser el dibujo general, trazado a grandes rasgos, que ofrecen las principales conclusiones de la tercera edición del Atlas Gallego de la Empresa Comprometida, editado por Economía Digital Galicia, que se irá desgranando en las próximas semanas.
El proyecto, una vez más, toma el pulso al grado del compromiso de grandes y pequeñas compañías gallegas. Y lo hace en ámbitos que, como mojones, delimitan y marcan una ruta que intenta ir más allá de los convencionales criterios de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC). El Atlas Gallego de la Empresa Comprometida es algo más. Buen Gobierno, Medio Ambiente, Entorno y Personas son los cuatro grandes ejes sobre los que pivota el atlas.
Mayor profundidad en el análisis
En esta ocasión, la propuesta de Economía Digital Galicia ofrece una perspectiva nueva, la profundidad en el análisis al tratarse de la tercera edición, lo que permite testar no solo ese compromiso por parte de las empresas, sino su evolución en los últimos tres años, especialmente convulsos.
Los ejes del Atlas se mantienen una edición más, aunque en esta ocasión se incorporan variables nuevas en el estudio, así como preguntas específicas sobre cuestiones coyunturales. Si en la primera edición, en 2020, se cuestionaba a las empresas por los ERTES y el teletrabajo derivado de la pandemia y el confinamiento, en esta ocasión, que se corresponde con 2022, la inflación y sus efectos se convierten en asunto capital.
Reacción ante los cambios
A la vista de los resultados obtenidos en la tercera edición del Atlas Gallego de Empresa Comprometida y su comparativa con la edición anterior, resulta fácil comprobar que las empresas están reaccionando con determinación ante los retos que imponen las duras condiciones del entorno. Esta evolución positiva se destaca por la mejora en los índices que sintetizan la situación en las categorías de Medio Ambiente y Entorno.
En la categoría Personas, la situación parece estancada mientras que la aparente regresión en la de Buen Gobierno se debe al cambio en la metodología utilizada para medir las variables en los indicadores de transparencia, ya que en ediciones anteriores la evaluación la hacía el equipo de trabajo, mientras que en la presente se optó por la declaración propia de las empresas, con lo que se ganó en precisión. En ética, por ejemplo, la mejora es sustantiva.
Avances en medio ambiente
En la categoría que mide la protección del medioambiente, no hay duda de los avances. En cada variable analizada se incrementa la preocupación de la empresa gallega por el control de emisiones, el uso de energías renovables y la revisión de procesos con fines de conservación, lo que entienden los autores del informe que no podía ser de otra manera ante la aceleración de las manifestaciones del cambio climático
El Atlas Gallego de la Empresa Comprometida, cuyos resultados serán presentados en un acto en Santiago, se enmarca dentro del proyecto Galicia Smart Business, una iniciativa global que cuenta en este caso con el patrocinio de empresas e instituciones como Copasa, Gadisa, Hijos de Rivera, Cobre San Rafael y el Instituto Galego de Promoción Económica (Igape).