Atlas de la Empresa Comprometida: «¡Aquí hemos venido a hablar de competitividad!»

El Atlas Gallego de la Empresa Comprometida reúne a empresarios y representantes institucionales convencidos de que el compromiso con Galicia, el medio ambiente y las personas no es solo un acto de responsabilidad social, sino un vector de competitividad

De izquierda a derecha, Julián Rodríguez, director de Economía Digital Galicia; Francisco Conde, vicepresidente de la Xunta y conselleiro de Economía; Juan Manuel Vieites, presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia; y Marcellino Fernández Mallo, economista y director técnico del Atlas Gallego de la Empresa Comprometida / Xurxo Lobato

De izquierda a derecha, Julián Rodríguez, director de Economía Digital Galicia; Francisco Conde, vicepresidente de la Xunta y conselleiro de Economía; Juan Manuel Vieites, presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia; y Marcellino Fernández Mallo, economista y director técnico del Atlas Gallego de la Empresa Comprometida / Xurxo Lobato

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Tres años no dan para cambiarlo todo, pero pocas veces ha sido tan evidente que las empresas, la economía misma, están en un momento de transformación. Con ese convencimiento se reunieron en la sede de Afundación de la compostelana Praza de Cervantes directivos, empresarios, representantes institucionales y responsables de sostenibilidad de importantes empresas gallegas para la presentación del Atlas Gallego de la Empresa Comprometida, un proyecto de Economía Digital Galicia que ha logrado consolidarse en «años convulsos», como los definió el presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia, Juan Manuel Vieites.

El estudio comenzó a analizar los esfuerzos de las empresas en la relación con su entorno, el medio ambiente, las personas y el buen gobierno cuando estaban preparándose para los efectos del brexit, lo que debió parecerles un juego de niños cuando estalló la pandemia del Covid-19, y después, cuando la inflación aceleró agravada por la invasión rusa de Ucrania sin darles apenas tiempo a recuperarse de la crisis sanitaria. En ese periodo, los parámetros que pone en valor el Atlas Gallego de la Empresa Comprometida se convirtieron en vectores de competitividad.

«Aquí hemos venido a hablar de competitividad», dijo el vicepresidente segundo de la Xunta, Francisco Conde, por si quedaba alguna duda. «No dejamos de hablar de competitividad y esto es muy importante. Hablamos de cómo las empresas pueden ser competitivas en este contexto. La orientación del Atlas lo marca con un elemento muy importante como es el compromiso con el territorio, y cómo a través de este compromiso con el territorio también se puede ganar competitividad», insistió ante el concurrido auditorio.

Un momento de la presentación, en el salón de conferencias de Afundación, en Praza Cervantes, en Santiago / Xurxo Lobato
Un momento de la presentación, en el salón de conferencias de Afundación, en Praza Cervantes, en Santiago / Xurxo Lobato

Conde dibujó el actual momento de transformación en diferentes ámbitos, de lo geopolítico a lo social y económico, para perfilar el papel que debe jugar Galicia en el «nuevo tablero». Y el Atlas fue la palanca de apoyo entre el mundo que queda atrás y el que está por nacer: «En todas las variables analizadas hay una enorme preocupación por parte de la empresa de elementos que hasta hace muy poco tiempo seguramente no eran tan importantes. Están preocupadas por el control de las emisiones, por el uso de las energías renovables o por la revisión de los procesos (productivos) con fines de preservación. Y esto, lejos de verse en términos de costes, se está analizando en términos de competitividad», señaló.

El camino por recorrer

En una mañana fría en la capital gallega, la niebla se disipó mientras Marcelino Fernández Mallo, el director técnico del Atlas, desvelaba los datos de la tercera edición del estudio, en el que participaron 60 empresas con una facturación conjunta de más de 39.000 millones de euros y 233.324 empleos directos. Algunos elementos clave que detalló el economista: el 26,7% de las compañías cubre la mitad o más de su suministro energético mediante fuentes renovables; el 93,3% tiene un código ético; el 43,3% están adheridas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, un salto de 15 puntos porcentuales respecto al año anterior; el 78% de las empresas recupera la mayor parte de sus residuos para darles un nuevo uso. «La mejora es clarísima en la relación de la empresa con el medio ambiente, es clarísima en la relación con la comunidad, también hay una evolución positiva en el buen gobierno corporativo, pero hay una estabilidad que no es positiva en la relación con las personas», detalló Fernández Mallo.

Marcelino Fernández Mallo y Francisco Conde conversan con el editor de Economía Digital, Juan García / Xurxo Lobato

Se refiere a aspectos como el porcentaje de empresas con planes de igualdad, las horas de formación, la participación del personal en la valoración del desempeño directivo o la incorporación a la plantilla de personas que sufren una minusvalía. Los datos se mantienen más o menos igual al año pasado, estancados. El director técnico del Atlas también expresó su preocupación por la «baja integración» de la cadena de valor. «Es algo que nos preocupa bastante porque creemos que será y ya lo está siendo una cuestión de competitividad clave», indicó tras destacar que aumenta el porcentaje de empresas que tiene menos del 33% de sus proveedores en Galicia.

Altri y el proyecto transformacional

Las debilidades a las que apunta el estudio no apagan el optimismo del vicepresidente por los avances registrados. Y también por las posibilidades de mejora que ve en el horizonte. «¿Qué es un proyecto transformacional? El que sea capaz de integrar una mayor cadena de valor. Generar en Galicia una fábrica de fibras textiles es un proyecto transformacional porque no solo genera la fibra, sino que estás impactando en el sector forestal, el textil y el energético», dijo Conde replicando a la necesidad de implementar cadenas de valor y en referencia a la fábrica que pretende construir la pastera lusa Altri en Palas de Rei.

Tampoco hizo una lectura negativa el líder de la patronal. «La mejora continua está ahí, los empresarios sabemos mucho de eso; y hay una gran conciencia en la empresa gallega con la economía circular. Se está avanzando de una manera muy importante», dijo Juan Manuel Vieites al analizar los datos del Atlas.

Asistentes a la presentación de la tercera edición del Atlas Gallego de la Empresa Comprometida

Ambos agradecieron a las empresas los esfuerzos que están realizando para adaptarse al nuevo contexto e implementar políticas efectivas en sostenibilidad, igualdad e impacto positivo en el territorio. Lo están haciendo mientras baten récords de exportaciones y destinan buena parte del presupuesto a innovación. Y así debe de ser porque «no hay transformación sin innovación», dijo Conde enfáticamente antes de finalizar el acto, tras el que pudo compartir un café con algunos de los asistentes a la presentación.

En ese contexto más distendido, la responsable de sostenibilidad de una gran empresa gallega dio una nueva definición del Atlas: «Son difíciles de responder, pero en él están todas las grandes preguntas«.

El Atlas Gallego de la Empresa Comprometida cuenta en esta edición con el patrocinio de empresas e instituciones como Copasa, Gadisa, Hijos de Rivera, Cobre San Rafael y el Instituto Galego de Promoción Económica (Igape). El estudio se enmarca en el Galicia Smart Business, un proyecto más amplio que enmarca otras iniciativas desarrolladas por la publicación, como los Observatorios, puntos de encuentro y entrevistas en formato audiovisual, que en su última temporada también han incorporado a Coren como patrocinador.

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