Vídeo: Ontiveros, gurú de Sandra Ortega, dice que España sufrirá más
El catedrático Emilio Ontiveros considera que en esta crisis Europa se "juega su propia existencia" y prevé que la mortalidad de las empresas se disparará
Pocas voces tan autorizadas como la del catedrático Emilio Ontiveros para abordar las consecuencias y posibles salidas a la crisis económica provocada por el coronavirus. Ontiveros, fundador y presidente de Analistas Financieros Internacionales (AFI), es uno de los nombres propios del entorno de Sandra Ortega, primogénita del creador de Inditex, Amancio Ortega.
Emilio Ontiveros es vocal de la Fundación Paideia desde los tiempos en que la gestión de la institución estaba en manos de la madre de Sandra, Rosalía Mera. A su juicio, «nuestra economía es particularmente vulnerable, debido a una estructura productiva más expuesta a choques externos, con el turismo como referencia, pero con un censo empreasarial con un dominio de empresas de muy pequeña dimensión, débiles«. Ontiveros aporta un dato: el 96% del censo son pequeñas empresas y sin apenas trabajadores, «en subsectores de escaso valor añadido y muy vulnerables», dice.
Recesión más profunda y duradera que en Alemania
La recesión en la economía española será más pronunciada y duradera que en otras economías, como Alemania, en su opinión. El país germano, además, ha adoptado medidas de estímulo mucho antes, y son más agresivas: apoyo al sector sanitario, a la liquidez de las empresas y al mantenimiento del empleo, como en España, pero la cuantía asignada en Alemania es muy superior en proporción, dice.
Ontiveros echa en falta coordinación internacional, liderazgo global y adopción de medidas acordes con la naturaleza global de la pandemia. El BCE está apurando los últimos cartuchos que quedaban en la recámara, pero se echa en falta al G-20, en su opinión.
La decepcionante Europa
Ontiveros mira a Europa y dice que «lo único que cabe es decepción». «Los resultados de la reunión del Eurogrupo son decepcionantes«, señala al citar a Holanda y Alemania como epicentro de la insolidaridad. La crisis, en su opinión, impactará de forma severa sobre la tasa de mortalidad empresarial y el paro. «Vamos a ver una disminución del papel de Europa en el mundo. Lo sorprendente es que todavía sigan en vigor las desconfianzas. Europa se juega su supervivencia», advierte.