Un error de previsión cuesta a la Sareb 2.700 millones

La ex presidenta de Sareb (el banco malo), Belén Romana, contrató un producto derivado para protegerse de la variación de los tipos de interés.

La firma de los swap se produjo en 2013 y pretendía eliminar el efecto de las variaciones del euríbor –índice al que, como las hipotecas, está referenciada parte de la deuda contraída por la empresa semi pública– en las cuentas de la sociedad. La decisión ha provocado un coste indirecto de 2.700 millones de euros. Es el importe de lo que ha dejado de ahorrar desde que el índice rompió esta suerte de cláusula suelo.

Gestión de la deuda

El impacto presupuestado de los costes financieros era de 6.150 millones. Gracias a la evolución del mercado de deuda, la partida se ha reducido en 3.400 millones. Si Romana hubiera anticipado correctamente el recorrido del euríbor, se habrían salvado 2.700 millones más. La cifra está anotada en el balance del grupo, en la línea del pasivo. Sareb debe aún 45.000 millones, que generaron en 2014 unos 1.200 millones en intereses, según avanzó Economía Digital.

La memoria de la entidad admite que la gestión de la deuda, que se contrajo mediante tres emisiones de bonos, «es clave para garantizar el cumplimiento del objetivo de desinversión». Dicho de otro modo, que Sareb pueda cerrar dentro de 12 años con el agujero cubierto. Por ahora, la debilidad de los tipos continuará generando ahorros. Durante 2015, el equipo del nuevo presidente, Jaime Echegoyen, anotará 500 millones menos en costes financieros.

¿Y si suben los tipos?

La duda radica en cómo administrarán los nuevos gestores de Sareb los 42.000 millones de saldo vivo con el que el banco malo zanjará el presente ejercicio. Los mercados esperan más presión en los tipos de interés a partir del verano, cuando el banco central estadounidense abra la veda al cambio de tendencia. Romana dimitió en enero.