Los cantones coruñeses, espejo de la concentración bancaria en Galicia
Abanca y Santander, que ahora controla también los activos del Pastor y el Popular, evidencian en el centro de A Coruña las consecuencias de su unión
Hace unos años, pasear por el centro de A Coruña era un espectáculo comercial. Cines cafés y todo tipo de negocios jalonaban las calles de la ciudad. Con el auge de los centros comerciales, buena parte de esa actividad se ha desplazado hacia las grandes superficies. Los bancos, con sus agresivos planes de expansión, fueron haciéndose con los locales más jugosos que quedaban libres. Incluso con edificios enteros.
Después del último movimiento en el sector, en el que el Santander se hizo con el Popular y su filial en Galicia, el Banco Pastor, por solo un euro, la concentración en Galicia se ha traducido en que seis de cada diez oficinas están en manos de dos entidades: el Santander y Abanca, que integró las oficinas de las antiguas cajas –Caixa Galicia y Caixanova–, así como las del Banco Etcheverría.
La zona de los Cantones, en A Coruña, se ha convertido en el paradigma de esta concentración. Tanto el Cantón Grande como el Cantón Pequeño arrancan y terminan con una entidad bancaria o vinculada al sector. La separación entre ambos la marcan la sede del Banco Pastor, que alberga su oficina principal, y la sede de la Fundación Barrié, accionista del Popular y, hasta 2012, cuando se fusionarion, propietaria del Banco Pastor.
‘Skyline’ de los cantones coruñeses
El Cantón Grande comienza junto al Obelisco. En el número 1 Abanca tiene una sucursal, y a menos de cien metros por la rúa Nueva, que marca el inicio de esta vía, su sede central operativa. Tres portales más adelante, en el número 4, un edificio imponente, propiedad de Amancio Ortega, acoge la oficina del Santander en la ciudad. Justo a su lado, en el número 5, está la del Popular.
Los tres últimos inmuebles son un edificio de viviendas, conocido por albergar en sus bajos el histórico Cine Equitativa, punto de encuentro de miles de coruñeses y propiedad de Abanca; la fundación de esta entidad, conocida como Afundación, en le edificio quizá más llamativo, obra del prestigioso arquitecto británico Nicholas Grimsaw, y la sede de la Fundación Barrié, que ahora queda desvinculada del sector bancario tras evaporarse su participación en el Popular.
La acera de las empresas
Del otro lado está el que hasta finales de los años 20 fue el edificio más alto de España: la sede del Banco Pastor, obra de Tenreiro y Estellés. Con la llegada del Santander, su nombre y su ficha bancaria se perderán definitivamente, y con ello buena parte de la historia financiera y económica de Galicia. Esto en el número 1 del Cantón Pequeño, porque en el número dos, solo queda un bajo vacío que en su día ocupó una oficina del Popular, que echó el cierre tras la fusión con el Pastor.
Siguiendo la ruta aparece la oficina de negocios de Abanca y, pasando el edificio que alberga la sede de la aseguradora Ocaso, emerge el inmueble de las oficina de empresas del Santader, hasta hace un par de años oficina principal de Banesto, entidad que también engulló la firma presidida por Ana Botín.
Desde aquí hasta el final de la calle, se erige magestuoso el edificio del antiguo Banco de La Coruña, ahora con el cartel del BBVA, que tiene allí también su oficina principal; varios negocios de hostelería, una conocida librería de la ciudad, una farmacia, varios bajos desocupados y una oficina de Caixabank, que pone el punto final a un distrito financiero que, visto el panorama, también amenaza, como hizo en su día el comercio, con restarle vida al centro, aunque ya está Inditex en la manzana siguiente para devolverlo a la vida.