Rodrigo Rato intentó una fusión desesperada entre Bankia y Novagalicia
El entonces gobernador Fernández Ordóñez se opuso "muy claramente" a fusiones planteadas por Rato con Novagalicia o Catalunya Caixa para sanear Bankia
El tiempo ayuda a reescribir la historia financiera de la crisis. El ex director general de Supervisión del Banco de España Jerónimo Martínez Tello ha asegurado ante la Audiencia Nacional que el expresidente de Bankia Rodrigo Rato planteó posibles fusiones con Novagalicia Banco y con Catalunya Caixa (CX), ante las dificultades de la entidad, pero que el gobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez «dijo muy claramente que no».
Durante su declaración como testigo en la Audiencia Nacional en el juicio por la salida a Bolsa de Bankia, Martínez Tello ha señalado que estas fusiones fueron planteadas con el objeto de «recibir ayudas y saneamiento». «El gobernador dijo muy claramente que no, que solucionara los problemas suyos. Hubiéramos tenido muchos problemas», ha explicado.
Dos intentos de fusión
El anterior responsable de Supervisión ha señalado que el proceso para llevar a cabo una operación de este tipo habría sido a través de una subasta que Bankia debería de ganar («las enajenaciones de títulos se hacen por procesos competitivos», ha dicho) y, además, el supervisor dudaba de poder contar con el visto bueno de Bruselas. «Tendríamos que haber visto cómo se hubiera comportado la Comisión Europea y si hubiera consentido una operación de este tipo», ha apostillado.
No era la primera vez que Bankia, cuyo germen era Caja Madrid, estaba en las mismas quinielas de una integración con Novagalicia, en este caso a través de una de las patas que dieron origen a la entidad, Caixa Galicia. En su huida hacia adelante, en 2009, José Luis Méndez plantea una fusión fría (SIP) de Caixa Galicia con Caja Madrid y la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM). Esa operación, que no salió adelante, se había planteado un año antes de la fusión de las cajas gallegas.
Pincha el proyecto de Rato
En su declaración, ha explicado que estas reuniones tuvieron lugar a finales de febrero de 2012, primero con la dirección del Banco de España, y después con los equipos de inspección, a principios de marzo. En ellas, Martínez Tello ha dicho que a Rato se le informó de que la Inspección detectaba, en palabras textuales, «que no ‘pichirula’ BFA» ni su plan de negocio.
Esto fue respondido por Rato, según esta declaración, con la posibilidad de fusionarse con Catalunya Caixa («Se le dice que no») y con el anuncio de un nuevo plan de negocio. Asimismo, ha dicho que Rato preveía «un plan de reestructuración» para llevar a cabo «una fusión inversa» con la que «quitar desagreagación» en el grupo.
Y saltan la alarmas
El que fuera responsable de Supervisión del Banco de España ha señalado que las reuniones a este nivel se inician a partir de diciembre. «Cuando se encienden las alarmas, empiezan las reuniones. Cuando conocemos esto, que es diciembre, empezamos a ver cómo se va a solucionar esto», ha explicado.
Martínez Tello ha incidido en que en ese momento la entidad presidida entonces por Rodrigo Rato tenía pendientes de devolver unos 4.500 millones de euros en ayudas pero que el Banco de España comprobaba que no estaba generando ingresos suficientes para devolverlos. A partir de ahí, el planteamiento pasaba por la búsqueda de un nuevo socio o la generación de suficientes resultados para poder devolverlos a través de reservas.