¿Recuperación?: el 80% de los contratos son de menos de tres meses
UGT advierte de que la sustitución de empleos de la industria por los servicios "aumenta la precariedad laboral"
La recuperación económica es un hecho. España crece. Y lo hace también la economía catalana. Pero el modelo productivo ha sufrido un cambio sustancial, y es que los nuevos empleos tienen unas características muy diferentes. El sindicato UGT asegura que ocho de cada diez nuevos contratos en Cataluña en el primer semestre de 2015, al margen de si son indefinidos o temporales, han durado menos de tres meses, un porcentaje que apenas varía en comparación con el año anterior.
El Gobierno que preside Mariano Rajoy ha destaco en los últimos meses, y, de nuevo, en el debate sobre los presupuestos de 2016 de esta semana en el Congreso, ese crecimiento económico. El problema, sin embargo, es que la estructura económica ha empeorado respecto a los trabajadores, según denunció este miércoles el secretario de política sindical de UGT en Cataluña, Camil Ros. «Produce mucha presión emocional e inestabilidad a los trabajadores, porque no saben si la empresa les renovará el contrato hasta poco antes de su finalización», asegura.
De la industria a los servicios
La característica principal del mercado de trabajo es la sustitución de contratos del sector industrial por el sector de servicios. El sindicato señala que ello provoca «mayor precariedad».
En el sector de servicios se han producido 82.591 altas, una cifra similar a antes de la crisis, y en el sector industrial 9.539, el 26,27% menos que en 2007, con lo que la industria no acaba de repuntar, a pesar de algunos casos que, tanto el Gobierno catalán como el Ejecutivo del PP destacan en un fenómeno que se ha denominado como «localización», o el regreso de empresas que ofrecen empleo en su país de origen después de probar suerte en países emergentes.
Las cifras, que aparecen en el Informe de Empleo 2007-2015 elaborado por la UGT, constatan una nueva realidad. Si el 80% de los nuevos contratos han durado menos de tres meses, el porcentaje llega hasta el 91% si se analiza su peso respecto al total de contratos temporales. Es una cifra similar a la de 2014, pero muy superior al 68% que se alcanzó en 2007, con lo que da cuenta de un cambio profundo en la estructura laboral.
Contratos de menos de un mes
De hecho, y así lo vienen denunciando algunos economistas, como Gonzalo Bernardos, o Santiago Niño Becerra, la precariedad se ha ido incrementando. Y es que el 35,29% de los contratos del primer semestre, en Cataluña, han sido de menos de un mes, cuando en 2007 ese porcentaje era del 21,09%.
Una de las soluciones que plantean los sindicatos es que se apueste claramente por la industria, aunque son puestos de trabajo que se han desplazado hacia los países emergentes. Camil Ros, en nombre de la UGT de Cataluña, mantiene esa posición: «UGT exige que la Administración plantee ayudas y apoyo para impulsar nuevas iniciativas en el sector industrial», mientras que, en paralelo, se «derogue» la reforma laboral, que se considera como la «culpable» de esa situación.
El mismo estudio valora los números de afiliación a la Seguridad Social, y la conclusión es que no se han recuperado, todavía, hasta 400.000 puestos de trabajo que existían hace ocho años, justo antes de la crisis.
Sin destrucción de empleo
Ahora bien, y a eso se acoge el Gobierno, tanto el central, como el Govern de la Generalitat: no se destruye empleo desde 2013. UGT no niega esa realidad, al revés. La valora de forma positiva. Pero «lo negativo es ver qué tipo de empleo se está creando», según Ros.
El movimiento sísmico es que la estructura laboral está cambiando por completo. Y los sindicatos intentan ver cómo pueden parar ese proceso. ¿Es posible?