Radiografía de la industria gallega: modelo ‘low cost’ y más dependiente de las materias primas
Un análisis del catedrático y expresidente de la Xunta, Fernando González Laxe, revela que la industria gallega redobló su apuesta por los costes laborales bajos para salir de la crisis de 2008, dejando de lado las mejoras tecnológicas
No hay tregua para la industria gallega. Los precios de la electricidad volverán a pulverizar ese martes la barrera de los 200 euros el megavatio/hora (alcanzarán los 233,8 euros el mercado mayorista) tras un fin de semana de respiro en el que se llegaron a desplomar hasta los 86,3 euros.
El nuevo rebote en el precio de la luz vuelve a elevar la presión sobre una industria gallega que ha hecho de sus bajos precios una de sus señas de identidad. Así se desprende del análisis que el catedrático de la Universidade da Coruña, Fernando González Laxe, presentó durante la reunión anual del Foro Económico de Galicia celebrada en Muxía.
A juicio del también expresidente de la Xunta, el sector industrial gallego se erija sobre «un escaso» número de ramas productivas y a sectores tradicionales que apuestan por mantener unos costes laborales más bajos que los de sus competidores para posicionarse en el mercado.
Los deberes de la industria gallega
«La estructura económica queda pivotada en un escaso número de ramas productivas; con escaso margen para profundizar en las capacidades especificas del territorio; y extremadamente dependientes de las estrategias de las grandes empresas o del sector público«, apunta González Laxe en su análisis.
Esta apuesta low cost que González laxe identifica como una de las señas de identidad de la economía gallega especialmente tras la salida de la crisis de 2008 provoca, además, otra derivada. Y es que el catedrático detecta «poca presencia de actividades de alta intensidad tecnológica y en aquellos servicios que requieren elevados niveles de conocimiento».
Con ramas relacionadas con el sector primario, como es el caso de la ganadería, la pesca y las conserveras, como punta de lanza, el experto también lanza un aviso sobre las dependencias externas a las que se enfrenta la economía gallega.
Caer menos con las crisis, crecer menos con la recuperación
Una de ellas es la «alta dependencia de recursos naturales» y otra es el «mantenimiento de subsidios e incentivos a los precios de ciertos productos», concluye González Laxe, que considera que desde la crisis financiera de 2008 la industria gallega ha llevado a cabo una dinámica de especialización más que de reestructuración.
El análisis del catedrático de la Universidade da Coruña se complementa con el realizado durante la presentación del informe de coyuntura que el Foro Económico de Galicia presentó en junio del año pasado. En él González Laxe revelaba que la estructura de la economía gallega provoca que esta soporte «mejor los impactos de la crisis», pero que, al mismo tiempo, también tarde «más en recuperar» sus niveles previos.
Según su análisis, a Galicia le «cuesta remontar las situaciones económicas por una debilidad del aparato productivo y por una reducida eficiencia del sector empresarial» tras concluir que «desde 2008 a 2020 apenas se ha modificado el tejido productivo gallego».