¿Qué debe exactamente Grecia y a quién?
Los intereses de la deuda suponen el 2,6% del PIB griego, cuando los de España representan el 4% del PIB español
Los expertos analizan la situación de Grecia y las negociaciones con las instituciones europeas. ¿Pero qué debe exactamente, y a quién?
El endeudamiento griego, como apunta Josep Oliver, catedrático de Economía Aplicada de la UAB, es principalmente público y está en manos de inversores internacionales. En España ocurre lo contrario, aunque el público ronda ya el 100% del PIB.
Grecia se ha beneficiado ya de dos rescates, en 2010 y en 2012, al margen de diferentes negociaciones para alargar plazos y reducir intereses. El 70% de la deuda griega, cerca de 250.000 millones de euros, son, de hecho, préstamos bilaterales entre países de la eurozona y el gobierno griego; y también del BCE, y del FMI.
Del total de la deuda, sólo 70.000 millones los han prestado acreedores privados, que, en realidad, son bancos europeos, alemanes o franceses, entre otros.
Plazos largos de 30 años de amortización
Los plazos de amortización de los préstamos bilaterales son largos, unos treinta años. Por ejemplo, España prestó a Grecia cerca de 25.000 millones de euros. Los plazos de amortización, en conjunto, según Oliver, rondan los 16 años, un plazo que contrasta con el de Alemania, que son ocho años, o con el de España, algo más de seis años.
La carga de los intereses de la deuda, lo que se podría denominar como factura de la deuda, que en el caso de Grecia asciende al 170% de su PIB –España está cerca del 100%– representa el 2,6% del PIB griego. En el caso de Francia, es del 2,2%, y en el de España, es del 4%, lo que indica que estaría siendo más costoso para la economía española.
Una quita ya realizada de 100.000 millones de euros
Todo eso sería producto de las anteriores negociaciones del gobierno griego con las instituciones europeas, que han implicado una quita de cerca de 100.000 millones de euros, que estaban en manos de la banca europea. Fue, de hecho, la exigencia de Alemania, en la primavera de 2012, la que comportó esa quita, porque reclamó que los que habían prestado dinero con gran riesgo asumieran su parte de responsabilidad, al mismo tiempo que los contribuyentes griegos y del conjunto de la zona euro.
Esos son los datos, que no garantizan que Grecia pueda seguir adelante, sin otra negociación, que es lo que pretende el gobierno de Alexis Tsipras. Diferentes estudios analizan si Grecia puede salir de ésta, sin dejar el euro.
El economista alemán, Andrew Watt considera, en un trabajo en el Macroeconomic Policy Institute, que Grecia puede ir pagando la deuda, pero que para ello debe crecer con cierto vigor, sobre un 3% real del PIB, descontando la inflación. En ese caso, en diez años, la deuda sobre el PIB podría descender a un 108%, algo manejable. El problema es cómo se garantiza ese crecimiento.
Estos son los mimbres. La palabra la tiene Syriza y la posible solución la troika comunitaria, la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI.