Portugal dice adiós a su fórmula mágica para captar inversión exterior
Invertir en Lisboa, Oporto y el litoral ya no dará acceso a una “golden visa”, un visado para extranjeros que ahora cambia de modelo
Adiós a la fórmula del éxito para la captación de inversión extranjera en Portugal. Las inversiones en Lisboa, Oporto y todo el litoral luso ya no darán acceso a una “golden visa”, y quedarán limitadas al interior del país, región muy afectada por la despoblación, y a los archipiélagos de Madeira y Azores. Esta reforma del régimen de los «Vistos Gold», como se denomina a estos de visados para inversores en Portugal, fue aprobada este martes en consejo de ministros, para promover las inversiones en zonas con menor densidad de población.
Además, el nuevo régimen busca favorecer las inversiones en áreas como “la rehabilitación urbana, el patrimonio cultural, las actividades de alto valor medioambiental o social, la inversión productiva y la creación de empleo”, señala el Gobierno portugués.
Período transitorio
Los cambios entrarán en vigor el 1 de julio, aunque habrá un régimen transitorio en 2021 y 2022 para dar tiempo a adaptarse a las empresas ligadas a este negocio, como las inmobiliarias, explicó en rueda de prensa la ministra de Estado y Presidencia, Mariana Vieira da Silva.
Durante ese período se irá aumentando gradualmente el valor de las inversiones exigidas para obtener un visado en Lisboa y Oporto hasta la total extinción del régimen en esas zonas, aunque Vieira da Silva no desveló cuáles serán esos montantes.
El programa de «Vistos Gold» fue creado en octubre de 2012 para fomentar la inversión foránea en el país, dirigido a ciudadanos que adquirieran inmuebles a partir de 500.000 euros, que transfiriesen al menos un millón de euros a Portugal o que creasen diez o más puestos de trabajo.
Más de 5.600 millones captados
Desde entonces, este programa ha conseguido captar 5.611 millones de euros en inversiones, la gran mayoría, 5.071 millones, relacionados con la compra de inmuebles, según datos del Servicio de Extranjeros y Fronteras (SEF).
Estos visados han sido señalados como uno de los factores que han contribuido al fuerte aumento de los precios inmobiliarios registrados en Portugal en los últimos años, especialmente en las ciudades de Lisboa y Oporto.