El Popular mantuvo la marca Pastor a costa de destruir 3.000 empleos
El Pastor pasó de superar los 4.000 empleados en plantilla a poco más de mil en solo cinco años, desde su compra por el Popular
La continuidad de la marca Pastor está en boca de todos desde que se conoció la noticia de la compra del Popular por parte del Santander. Sin embargo, el banco no es lo que era. Desde su integración en el Popular, la plantilla se ha reducido en casi 3.000 personas, prácticamente en la misma proporción que su red comercial.
Según el documento de integración de 2011, el Pastor tenía activos por valor de 30.955 millones de euros, una plantilla conformada por 4.124 trabajadores y una red de 588 oficinas. Ahora, ya en manos del Santander, quedan 1.350 empleados trabajando para la entidad en Galicia y 202 sucursales, que podrían ser incluso menos de no ser por el traspaso de 26 de sus 32 oficinas que realizó el Popular semanas antes de materializarse la adquisición por parte de la entidad que preside Ana Botín.
El Pastor comenzó la década rozando las seiscientas oficinas, mientras que en la actualidad apenas pasa de las doscientas
El Pastor recibió el primer golpe en octubre de 2012, tras consumarse la absorción. Fue especialmente duro en la sede de A Coruña, que vio como más de 200 de sus 633 empleados dejaban la casa por la vía de las prejubilaciones, pero también de los traslados a Madrid. Desaparecían, además, negocios como Pastor Vida, Pastor Seguros Generales o Pastor Servicios Financieros y se fusionaban por duplicidades 52 oficinas en Galicia. En total, 348 bajas en el Pastor dentro del plan extraordinario de prejubilaciones del Popular.
En esa época, el banco ‘desapareció’ bajo la denominación Popular-Pastor para renacer de sus cenizas en junio de 2013 como una nueva entidad, ya sin su red fuera de la comunidad. El Banco Pastor, con ficha bancaria y consejo propio, se constituyó con un volumen de activos de 10.500 millones de euros y una red de 236 sucursales –la mitad de las que tenía en 2011– repartidas por todo el territorio gallego, manteniendo la sede en A Coruña.
A golpe de ERE
Ese banco es el que ha llegado a nuestros días, no sin antes padecer un nuevo ERE. En 2016, el Popular acometió un nuevo ajuste para recortar plantilla en unos 2.600 trabajadores. En Galicia se apuntaron al plan 370 empleados, aunque la entidad entonces presidida por Ángel Ron solo admitió 298, rechazando el resto por estar ya cubiertos los cupos.
La eliminación de parte de la red que tenía fuera de Galicia el Pastor y la llegada de la banca digital fueron factores que acrecentaron el tijeretazo del Popular, que no paró de hacer ajustes desde la absorción y acabó sucumbiendo a sus problemas de liquidez.
Tanto sindicatos como políticos esperan ahora que el Santander opte por mantener la marca, muy apegada al territorio. El propio presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, tras conocerse la noticia de la compra del Popular por parte del Santander, habló con Ana Botín y le solicitó que considerase su continuidad, obteniendo como respuesta su compromiso de “estudiar” la propuesta.