Ni los recortes de Botín meten en cintura los gastos del Santander
La entidad reconoce que los costes, a pesar de los ajustes de personal, seguirán presionando, por lo que la ratio de eficiencia empeorará otro 4%
En el marco del «investor day» que Banco Santander celebró el pasado viernes en Londres, la entidad vino a reconocer que se ve incapaz de mejorar la eficiencia en España y que, salvo que se lleven a cabo nuevos ajustes en los dos próximos años o suban los tipos de interés, los costes seguirán presionando fuertemente sobre los ingresos, de manera que la actual ratio del 53% crecerá hasta el entorno del 55% en 2018.
Al fijar esta previsión, su responsable en España, Rami Aboukhair, reconocía que los actuales 1.600 millones de gastos de administración que el Santander contabilizaba hasta el pasado junio seguirán muy difíciles de rebajar, o no lo suficiente como para que el aumento de los ingresos, de algo más de 3.000 millones hasta junio, permita rebajar la ratio por debajo del 50%, el umbral que se considera adecuado.
O sea, un máximo de 50 euros en gastos de personal, oficinas o tecnología sobre cada 100 que se ingresan.
Menos gasto de personal, más en tecnología
De esos gastos, 824 millones de euros se corresponden con los emolumentos de 23.000 empleados repartidos entre la sede Boadilla y las algo más de 3.000 sucursales que quedan tras reducirse un 37% en los últimos seis años. Un coste que, desde junio de 2015, por los ajustes realizados, se ha visto reducido en casi un 2%.
Esta reducción no se acompaña con el gasto incluido como ‘otros gastos generales de administración’, donde la entidad presidida por Ana Botín incluye los requerimientos regulatorios y, sobre todo, la inversión en mejoras tecnológicas que se están llevando a cabo para la adaptación permanente a la nueva era digital.
Cada trimestre, esta partida aumenta. Entre abril y junio se destinaron 389 millones, 26 más que en el trimestre anterior. Y, de seguir esta tendencia, todo apunta a que, al cierre del presente ejercicio, este gasto será superior al del personal.
Eficiencia, con y sin amortizaciones
El dato sobre la eficiencia facilitado por Aboukhair contrasta con el que el banco ofrecía al cierre del primer semestre, del 55,1%, tras aumentar un 2,8% respecto a junio de 2015. La diferencia estriba en que, en la presentación de las cuentas, esta ratio incluía amortizaciones. Las que no se contabilizaban en el Investor Day.
Para que este empeoramiento de la ratio de eficiencia del Santander en España no sea superior a ese 55% previsto en 2018, la entidad cuenta con el cumplimiento de una serie de objetivos, principalmente ligados a alcanzar 4 millones de clientes de la cuenta 123.
Se necesitan 500.000 nuevas cuentas 123 al semestre
Casi 2,8 millones más sobre los 1,24 millones contabilizados hasta junio, lo que supone un ritmo aproximado de 500.000 nuevas captaciones cada semestre. Entre enero y junio se quedaron en 380.000.
Un pilar fundamental para mejorar la vinculación y aumentar la cuota en nóminas, pensiones y facturación de tarjetas. Y, por ende, de las comisiones que se cobran. Crecieron un 7% en banca comercial hasta junio y la entidad lo fía casi todo a que este incremento supere los dos dígitos en los próximos trimestres.
En esas previsiones ofrecidas por Abiukhair a los inversores, el Santander confía en que su tasa de morosidad en España –todavía por encima del 6%– caiga por debajo del 4% a finales de 2018 con la progresiva disminución de la exposición inmobiliaria. Ya a finales de octubre, cuando se presenten los resultados al cierre del tercer trimestre, la mora bajará ya del 6%.