La ministra de Economía y Empresa tiene una ventaja sobre sus compañeros en el Gabinete de Pedro Sánchez. Nadia Calviño no suele rectificar. Porque no le hace falta. La titular de Economía ha vuelto a su ciudad natal, A Coruña, en su primer viaje oficial fuera de Madrid que no sea Bruselas para advertir que «España se ha centrado solamente en reducir el déficit público en estos años«.
Su mensaje es sólido, de ahí la ventaja comparativa frente a otros ministros. «Las reformas estructurales deben acometerse en momentos de crecimiento como el actual», ha aseverado la titular de Economía. En líneas generales, mira hacia atrás sin ira Nadia Calviño, y valora que «España tiene actualmente bases sólidas de crecimiento», pero el coste ha sido elevado, en su opinión. En el lado de las puyas al anterior Gobierno, que han sido las justas, ha asegurado que «la reforma fiscal de 2015 detrajo unos 12.000 millones de euros de las arcas públicas«.
Solidez del crecimiento
Nadia Calviño ha sido la protagonista de una charla coloquio organizada por la Cátedra de Internacionalización Luis Fernández Somoza en una abarrotada Facultad de Economía y Empresa de la Universidade da Coruña. Presentada por el catedrático Fernando González Laxe, la ministra ha aludido a la precariedad laboral y a la elevada tasa de deuda sobre PIB como los principales condicionantes de la solidez del crecimiento de la economía española.
«Hay elementos positivos que quiero poner en valor», ha asegurado ante los estudiantes, «y es que el patrón de crecimiento es ahora más sólido y más equilibrado, en gran medida por la aportación del sector exterior». Pero «resulta inaceptable que la tasa natural de desempleo en España se quede en el 15%», ha advertido.
Nadia Calviño defendió una reforma fiscal que grave a las rentas altas y a los beneficios de las empresas
Sociedades y las pensiones
La ministra ha defendido las reformas fiscales que quiere emprender el Gobierno de Pedro Sánchez, y hacerlo a las rentas más altas, por encima de los 140.000 o 150.000 euros, «y sin tocar el IRPF de las clases medias». Otro tanto sucede con Sociedades, el impuesto que grava los beneficios de las empresas. La «maraña de deducciones y bonificaciones en Sociedades» contrasta con la apuesta del Gobierno, que pasa por un tipo mínimo». Se trata de hacer «un sistema más justo», ha señalado mirando a «las grandes corporaciones».
La polémica de las pensiones la ha resuelto con más medicina. «Las pensiones deben mantener su poder adquisitivo, que suban el IPC es una cuestión de mínimos«. Al igual que apela a «un ajuste estructural del déficit público que no ponga en riesgo el crecimiento económico», Nadia Calviño considera que «las pensiones también deben ser dignas dentro de veinte o cuarenta años, y por ello hay que estudiar los cambios necesarios para poder financiarlas» en el futuro.