Manuel Jove sobre Novagalicia: «Me siento engañado, nos fiamos del Banco de España»
El propietario de Inveravante asegura en los juzgados sobre su inversión en la entidad nacionalizada que "fue firmar y empiezo a recibir noticias de que ya no tenía un duro"
«Me siento engañado, no hubo posibilidad de negociación». Así de explícito se ha mostrado este jueves en los juzgados de Primera Instancia de A Coruña el empresario Manuel Jove, propietario de Inveravante, en la primera sesión de un nuevo juicio que se celebra por la entrada de un grupo de destacados empresarios gallegos en el capital de Novagalicia, que perdieron un total de 70 millones de euros.
«Invertí un 12 de diciembre, todo iba muy bien, pero fue firmar y empiezo a recibir noticias de que ya no tenía un duro; yo no sé cómo se llama eso, pero es lo que me pasó», ha asegurado con evidentes muestras de enojo. «Nadie sospechaba de la letra pequeña, estábamos con el Banco de España: ¿cómo no fiarnos?», ha señalado el empresario.
Una operación interesante
A preguntas de la defensa de Novagalicia, hoy Abanca, sobre el número de personas de su equipo que analizaron las cuentas, ha relatado que fue «Alberto Rodríguez, economista, y seis o siete personas más». «Cómo se nos iba a ocurrir hacer una due diligence si solo teníamos un 0,2% del capital», ha explicado, para añadir que «no se te ocurre ni con un tres».
«Veíamos muy interesante entrar» en el capital «porque nos decían que entrarían fondos e inversores extranjeros», ha explicado Jove. «En esos términos, era muy atractivo, e invertimos seis millones». Tan atractivo vio el proyecto que ha asegurado que estaba dispuesto a destinar una suma de 10 millones de euros para entrar en NCG, y así se lo transmitió a José María Castellano, entonces su presidente. Sus asesores, sin embargo, le recomendaron al final invertir seis millones, ha asegurado ante el juez.
El tercer mayor inversor
Manuel Jove se encuentra entre los grandes inversores que creyeron en el proyecto de José María Castellano cuando Novagalicia estaba ya en manos del Estado. En concreto, con sus seis millones para entrar en Novagalicia, Inveravante se situó por detrás de Hierros Añón, que a través de un canje por título de la corporación industrial destinó 25 millones, y de Gadisa, que puso sobre la mesa seis millones de euros.
Los representantes del Fondo de Reestructuración Ordenada de la Banca (FROB) ya se las tuvieron que ver en los juzgados la semana pasada con otros demandantes de peso, como son Hijos de Rivera, Inversiones Gallegas del Cable, Coren, Inversiones Subel, Jealsa, Concable y Copasaa, entre otros, que presentaron una demanda colectiva por la operación acordeón, que evaporó de sus cuentas unos 20 millones de euros. Roberto Tojeiro, de Gadisa, que llegó a ser consejero de Novagalicia, también pasó la semana pasada por los juzgados.