Linde: el Popular necesitaba el rescate cuando compró el Pastor
El gobernador del Banco de España considera “una mala decisión” no haber nacionalizado el Popular ya en 2012, unos meses después de cerrar la compra del Pastor
Necesitaba un rescate pero estaba comprando bancos. Es una de las reflexiones que deja la comparecencia de José María Linde, el gobernador del Banco de España, sobre la caída del Popular en su intervención en la comisión parlamentaria que investiga la crisis financiera.
Linde se refirió al informe de Oliver Wyman, que en 2012, el ejercicio en el que Ángel Ron debía culminar la integración de Banco Pastor tras cerrar su compra a finales de 2011, alertó sobre las necesidades de capital de la entidad: 3.200 millones.
“Quizá” fue una “mala decisión no inyectar dinero público” entonces, reflexionó el gobernador del Banco de España, que sí reconoce que, desde aquel momento, el supervisor empezó a prestar “especial atención” a la situación del Popular.
Apuesta por la ampliación de capital
El informe de Wyman advirtió déficits de capital en BFA/Bankia (26.400 millones de euros), Catalunya Caixa (7.800 millones), Novacaixagalicia (6.400 millones) y Banco de Valencia (3.000 millones), todas ya nacionalizadas en aquel momento.
A mayores, la consultora identificaba necesidades de capital en Banco Popular (3.100 millones) y en Ibercaja, Caja 3 y Liberbank, que habían comenzado su proceso de fusión.
Tras el informe, el Banco de España autorizó una solución privada en Banco Popular, en la que se incluía una ampliación de capital de 2.500 millones de euros, que permitió que la entidad no dispusiese de ayudas públicas. «Nos pareció que si podíamos quitar peso a la ayuda europea (el rescate) era mejor, es lo que yo pensé. Después del hecho, uno se pregunta si realmente (la decisión) fue buena o mala, y quizá fue mala», reconoció Linde.
«No quiero esquivar responsabilidad»
El resultado fue que el Popular avanzó a golpe de ampliaciones de capital, diluyendo la participación de, entre otros, la Fundación Barrié, y aparcando los dividendos, hasta que su periplo acabó con la resolución y venta al Santander, atrapando a miles de accionistas en su caída.
«Acababa de entrar en el banco y apoyé lo que ocurrió; no quiero esquivar responsabilidad», admitió Linde, que considera que si Popular podía resolver el problema por su cuenta «era mejor para el sistema».
Linde concluyó que quizá el problema fue «demasiado grande» para que Popular pudiese salir adelante por su cuenta. «Es verdad que aunque tomó decisiones y se saneó, quizá no fue suficiente», señaló.