Las pymes apenas se benefician del descenso de los concursos de acreedores
Las compañías de menos de 250 trabajadores protagonizan la mayoría de quiebras, pasan una 'liquidación exprés' con procesos paralelos para sus propietarios
Los Juzgados de lo Mercantil de España tramitaron un total de 1.344 procesos entre enero y marzo, el 30% menos que el mismo período de 2014, según el último informe del sector publicado por PwC. La mejora en la actividad concursal se ha esgrimido como un argumento más a favor de la recuperación económica del país, aunque su impacto real en el tejido empresarial se pone en duda. El impacto en las pymes, mayoritarias en España, es testimonial.
«La actividad concursal se concentra en empresas de menor tamaño», declara el socio responsable del departamento de reestructuraciones de PwC, Enrique Bujidos. El tamaño medio del activo de las quiebras «se ha reducido hasta los cuatro millones de euros, el 29% menos respecto a la cifra del mismo periodo de 2014».
Concursos abiertos y directamente archivados
El magistrado del Juzgado de lo Mercantil número 3 de Barcelona, José María Fernández Seijo, señala cómo en los últimos meses han incrementado los «concursos que se declaran y se archivan en el mismo día».
La mayoría de estas insolvencias las protagonizan las empresas de menos de 250 trabajadores, indica la abogada del departamento jurídico de Pimec Itziar Ruedas. «Están tan al límite de sus recursos que no tienen capital ni para empezar un procedimiento judicial».
Dobles procesos
Otra realidad que destaca la letrada es que, tras la reforma concursal, la mayoría de procedimientos van acompañados de las insolvencias de sus propietarios. «Las refinanciaciones durante la crisis han sido de productos financieros con avales personales», manifiesta Ruedas.
Los juzgados han pasado de tramitar 214 concursos de personas físicas a abrir 217 causas en un entorno global de reducción de los procesos.
Mediación concursal compleja
La situación actual es distinta. Fernández Seijo afirma que existe un «cambio de tendencia» en la banca, que ha abierto el grifo del crédito. De nuevo, las compañías más pequeñas son las que tienen mayores dificultades en este sentido. También son las que tienen más problemas para conseguir refinanciar su pasivo en los mecanismos de mediación concursal previos a las insolvencias judiciales que se implementaron con el cambio de la ley.
Pimec es una de las voces que pide una nueva norma de segunda oportunidad más propicia para las compañías de menor tamaño y sus propietarios.