Las cinco claves de la nueva Abanca
Abanca se fija el crecimiento, la mejora de los ratios, la internacionalización y la apuesta por las nuevas tecnologías como objetivos para el próximo trienio
Abanca, en palabras de su presidente, Juan Carlos Escotet, ha cumplido con los objetivos de su plan estratégico para el período 2014-2017 “muy holgadamente”. Para los próximos años se ha fijado unos más ambiciosos con los que espera seguir batiendo los datos del sector en aspectos como el ratio de mora o la concesión de créditos, tal y como ha hecho en el último ejercicio.
Crecimiento del negocio
Aunque no cierra la puerta a ganar peso con adquisiciones de forma inorgánica, Abanca quiere seguir arañando cuota de mercado gracias al dinamismo en la concesión de créditos, que en 2017 aumentó por encima de la media del sector (un 7,8%). Para el trienio 2018-2020 su meta es incrementar la inversión crediticia y captar 30.300 millones de euros, un 10% más respecto a los 27.571 millones del último ejercicio.
Otra de las vías para mantener la buena marcha del negocio es la captación de recursos, que el pasado ejercicio aumentó un 6,2%, hasta los 36.865 millones, con un protagonismo creciente de productos como fondos de inversión, planes de pensiones o seguros. No obstante, la estrategia comercial también ha dado sus frutos y en la segunda mitad de 2017 Abanca logró la domiciliación 41.000 nóminas. En los próximos años, el objetivo de la entidad es captar recursos por un valor aproximado de 38.900 millones anuales.
Mejora de ratios
La entidad que perfilan los directivos de Abanca contempla una mejora “significativa” de los principales indicadores en materia de rentabilidad, calidad del riesgo, solvencia y liquidez. Así, como apuntó Escotet en la presentación de resultados de este miércoles, la idea es mantener la rentabilidad sobre el capital en el entorno del 10%, y la capitalización (CET1), por encima del 13%, tal y como hizo este ejercicio –un 14,6%, con una holgura de 1.762 millones sobre los requerimientos–. La morosidad, que en 2017 cayó un 31%, hasta el 4,7%, debería quedar por debajo del 3%, según sus previsiones.
Digitalización
La digitalización de su actividad es otro de los pilares de Abanca. En los dos últimos años ha invertido más de 150 millones de euros en tecnología para lograr una comunicación más directa y transparente con el cliente, que se ha traducido en un aumento del 39,1% en el número de interacciones digitales mensuales.
Además de continuar con la implantación de su nuevo modelo de oficina, con una inversión de 100 millones de euros, la entidad que preside Juan Carlos Escotet ha lanzado al mercado soluciones como el servicio Wallet, la identificación facial, o la videollamada como medio para realizar nuevas contrataciones, entre otras mejoras.
Internacionalización
Como reconoció el propio Escotet, la actividad comercial internacional es uno de los puntales de crecimiento para los próximos años. De ahí que Abanca siga en la búsqueda de oportunidades en territorios como Estados Unidos y Portugal, después de consolidar su presencia en países como México o Brasil.
Desinversiones
En cuanto a las participadas, Abanca seguirá el camino que inició hace unos años y realizará desinversiones “selectivas y prudentes” para crear valor y centrar el foco en la actividad bancaria, los seguros y los medios de pago, el core de su negocio.
No obstante, la entidad mantendrá inversiones estratégicas, como su participación en Nueva Pescanova, empresa con la que Escotet reafirmó su “compromiso y vocación de largo plazo” en el accionariado por el hecho de tratarse de un sector fundamental para la economía gallega.