La vacuna moverá más de 8.400M al año en la industria farmacéutica
Las farmacéuticas encuentran en la pandemia de coronavirus una gran oportunidad. El mercado podría mover más de 8.400 millones al año en esta industria
El futuro mercado de la vacuna contra el coronavirus podría valer más de 10.000 millones de dólares al año (unos 8.400 euros), según un análisis de Morgan Stanley y Credit Suisse y tal como y recoge Financial Times. La estimación de los analistas está basada en la posibilidad de que las personas no queden inmunizadas para siempre con una sola dosis de la vacuna, sino que necesiten dosis de refuerzo cada año, como la vacuna de la gripe.
«Mi suposición básica en este momento es que se necesitarán vacunas anuales», asegura Matthew Harrison, analista de Morgan Stanley. «[El virus] no va a desaparecer». A pesar de que cada vez crece más el escepticismo hacia una vacuna contra el coronavirus, los analistas han tenido en cuenta un escenario en el que la mayoría de la población se muestre reacia a vacunarse.
Incluso si solo las personas que se vacunan contra la gripe también fuesen las que se vacunen contra el COVID-19, el mercado valdría 10.000 millones de dólares en los países desarrollados, asegura Harrison. Las vacunas contra el coronavirus llegarán más tarde de lo esperado: los obstáculos que han retrasado los planes de cada farmacéutica
El precio de la vacuna, un debate en curso
Para sus estimaciones sobre cuánto valdrá el mercado de la vacuna contra la Covid-19, los analistas se han basado también en el coste medio que parece que tendrá también cada dosis, lo que sigue siendo un controvertido debate en curso.
Desde que Gilead, la farmacéutica responsable del primer fármaco autorizado para su comercialización contra el coronavirus, fijó el precio en más de 2.000 euros por tratamiento convirtiéndose en el blanco de muchas críticas, la sociedad ha aumentado la presión sobre las compañías a la hora de definir sus precios.
La biotecnológica estadounidense Moderna podría estar planteándose vender la dosis por entre 25 y 30 dólares (entre unos 21 y 25 euros), según han asegurado fuentes familiarizadas con el tema a Financial Times. Considerando que se necesitarían dos dosis, eso sitúa el precio final de la vacuna de Moderna entre los 50 y 60 dólares (entre 42,6 y 51 euros).
Moderna es una de las compañías que, junto a Pfizer y Merck, han declarado que no renunciarán a obtener beneficios de la venta de las vacunas contra el coronavirus. Por su parte, fabricantes como Astrazeneca, que trabaja con la Universidad de Oxford, y Johnson & Johnson han asegurado que no harán caja con la vacuna y la venderán a precio de coste mientras dure la crisis.
El coste por dosis de la vacuna de Oxford es de 2,5 euros
La Comisión Europea ha reservado varios millones de dosis de la vacuna de Astrazeneca y, aunque los detalles económicos del acuerdo de la CE no han transcendido, según declaraciones del ministro de Sanidad italiano recogidas por Reuters, el coste de cada dosis está en torno a los 2,5 euros.
Paul Stoffels, director científico de Johnson & Johnson, declaró a Belgium’s De Tijd que esperaba que una vacuna contra el coronavirus de su compañía costara tan poco como 10 u 11 dólares (alrededor de 10 euros). La alemana Curevac aseguró que no vendería a precio de coste, pero que buscaría un «margen ético» de beneficios.
Muchos factores contribuyen en el precio final de una vacuna. Principalmente es el coste de fabricación, ya que las farmacéuticas buscan recuperar la enorme inversión realizada, así como obtener beneficios. En el caso de la pandemia, muchas de las compañías han recibido ayudas millonarias de los gobiernos y organizaciones sin ánimo de lucro para acelerar su investigación.
Otros factores que pueden afectar es la necesidad que hay de la vacuna, la eficacia del candidato o los productos de la competencia. Por ejemplo, fuentes del FT aseguran que Moderna habría buscado inicialmente una cifra mayor, pero las negociaciones fallaron porque otras empresas han aceptado precios significativamente más bajos.
El potencial de una enfermedad endémica para la industria farmacéutica
Los ejecutivos de las principales compañías farmacéuticas y el principal asesor científico del gobierno británico han dicho que creen que el coronavirus se convertirá en una enfermedad endémica, asegura Financial Times. David Ricks, el CEO de Eli Lilly, que está desarrollando un tratamiento de anticuerpos, aseguró que esperaba una demanda a largo plazo para el medicamento, prediciendo que no todo el mundo se vacunaría y que la enfermedad seguiría extendiéndose.
El principal interrogante es cuánto dura la inmunidad y el tamaño del mercado dependerá de si la inmunidad necesitará un refuerzo. Adolfo García Sastre, el microbiólogo burgalés que investiga la vacuna contra el coronavirus entre Nueva York y Madrid: «No se puede apostar solo por una o dos vacunas» Por ahora, los expertos parecen apuntar más hacia la idea de que contaremos con una vacuna que sea más eficaz protegiendo contra enfermedad que contra la infección.
Isabel Sola, científica titular y codirectora junto a Luis Enjuanes del laboratorio de coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología (CNB) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), explicaba en una entrevista anterior con Business Insider España que es probable que las primeras vacunas que lleguen no sean cien por cien eficaces y no se conocería su protección a largo plazo.
Ana Fernández-Sesma, la viróloga española que dirige un laboratorio en el Hospital Monte Sinaí de Nueva York: «No vamos a encontrar algo que funcione para todos» «No sabremos cuánto dura la inmunidad, porque no habrá dado tiempo a seguir a los voluntarios durante mucho tiempo», reconocía Sola, «pero será el único interrogante. Por lo demás, serán seguras e inducirán inmunidad»
En el caso de que los datos que se descubran sobre la inmunidad no ofrezcan resultados esperanzadores, Adolfo García-Sastre, director del Instituto de Salud Global y Patógenos Emergentes vinculado al Hospital Monte Sinaí de Nueva York, asegura que una vacuna podría seguir siendo útil, ya que podrían hacer que la enfermedad sea más leve y aliviar la presión sobre el sistema sanitario.
Para la compañía que consiga comercializar una vacuna segura y eficaz, la posibilidad de que esa vacuna tuviera que administrarse cada año maximiza por completo sus oportunidades de obtener beneficios.
Noticia original: Business Insider
Autora: Ana Zarzalejos