La paradoja de Abanca: reduce mora y dudosos en plena pandemia y mientras compra bancos
Dos áreas de negocio del banco, las hipotecas y el crédito a pymes y autónomos, superan las cifras previas a la pandemia
El previsible incremento de la morosidad por el Covid que vaticinan el Banco de España, Afi y la lógica, no parece aplicarse a Abanca. La entidad que preside Juan Carlos Escotet ha cerrado el primer semestre del año reduciendo la mora al mínimo, hasta colocarse con la tasa más baja del sistema financiero español, un 1,9%.
Lo ha hecho en un contexto de pandemia y de fuerte actividad crediticia para sostener a empresas y familias frente a las veleidades del coronavirus. Aunque el derrumbe súbito de la actividad parece abonar el terreno para los impagos, la entidad ni siquiera ha sufrido quebrantos en operaciones de flexibilización financiera a familia (moratorias de crédito). El 52% de las aplicadas ya ha vencido y menos del 2% fueron reclasificadas como dudosos, según trasladó Abanca en la presentación de resultados del segundo trimestre del ejercicio este jueves en Santiago.
El montante global de créditos dudosos se sitúa en los 863 millones, un descenso del 18,5% respecto al cierre de junio del año pasado a pesar de cargar a su balance los activos de Novo Banco y Bankoa. El nivel de cobertura de dudosos se ha elevado al 83,8%, el mayor entre los bancos españoles. El volumen de adjudicados sobre balance es del 0,3%.
A cierre del semestre, Abanca presenta un exceso de capital de 1.573 millones, lo que allana el camino para buscar nuevas compras. Escotet reconoció que esa puerta estaba abierta siempre y cuando encontrasen una entidad compatible y generadora de sinergias respecto a la red de Abanca. Sin embargo, también advirtió que las opciones son cada vez “más reducidas” tras la fusión entre Unicaja y Liberbank y el fiasco con la portuguesa EuroBic.
Superando los niveles pre-covid
Más allá de la calidad de la cartera, la entidad heredera de las cajas gallegas logró elevar el volumen de negocio un 16,4%, hasta alcanzar los 107.000 millones. El crédito a clientes se elevó un 17,1% y la captación de recursos un 16,9%. La aportación de Bankoa es relevante para el incremento, aunque sin contabilizar la entidad vasca Abanca también experimentaría crecimientos a doble dígito, del 12% y el 11% respectivamente.
La evolución del negocio ha permitido recuperar niveles pre-covid en en algunas de las divisiones de negocio. Es el caso del crédito hipotecario, que aumentó un 30,4% y alcanza los 554 millones. El otro área es el crédito a pymes y autónomos, que también se eleva un 2,1%, hasta los 1.150 millones.