La inversión extranjera en Galicia es cosa de tres empresas
Casi el 95% de los 209 millones invertidos en Galicia desde el exterior en 2017 se lo llevaron tres operaciones
Raquitismo inversor llevado al extremo. Para cuantificar lo exigua de la inversión extranjera en Galicia basta con hacer un sencillo recuento: durante el año pasado tres operaciones empresariales se llevaron prácticamente el 95% de los 209 millones que logró atraer la economía gallega del extranjero. Fueron en total 196,7 millones en esas tres operaciones, a los que habría que descontar prácticamente la mitad, unos 100 millones, que no se destinaron a inversiones productivas, ya que se realizaron a través de lo que se entiende como Entidades de Tenencia de Valores Extranjeros (ETVE).
El informe A Economía Galega 2017, editado por Afundación y dirigido por el catedrático Alberto Meixide, da buena cuenta de la situación. En 2017, como viene ocurriendo en los ejercicios anteriores, la inversión extranjera directa emitida desde Galicia superó ampliamente el valor de la inversión recibida. La cuantía (con datos provisionales) de esta última fue de 209,1 millones de euros, «cifra en la que se incluye una importante operación de ETVE y que supone un incremento de un 74,1% con respecto a 2016, la más elevada de los últimos cuatro años», explica el estudio. Sin embargo, excluida esta operación, la cuantía de la inversión fue muy similar a la de 2016.
Tres proyectos
La inversión extranjera en Galicia representó el 0,6% de la realizada en el conjunto de España, otro dato preocupante, «y un reducido número de proyectos singulares explica, como en otros años, lo ocurrido en 2017». La inversión más importante, 100 millones de euros, provino directamente de Portugal (indirectamente de Brasil) y se dirigió al sector de la fabricación de cemento.
Se trata de un movimiento de reequilibrio de capital dentro de la compañía portuguesa Cimpor, controlada por la brasileña Votorantim. En Vigo opera a través de Cimpor Trading e Inversiones, sociedad desde la que se canalizan las inversiones para España y para diferentes países del mundo. La operación es una ampliación de capital con prima de emisión sobre una sociedad catalogada como ETVE, que no representa necesariamente una inversión productiva y está acogida a fuertes beneficios fiscales.
Camino de ida y vuelta
La segunda operación de mayor cuantía, 83 millones de euros, proviene de Francia y fue realizada por PAI Partners en el sector de asistencia de establecimientos residenciales. «Se trata de una actividad de futuro con una fuerte posición en Galicia de capital francés surgida tras la adquisición, hace unos años, de Geriatros«, explica el informe. La tercera operación por importancia, 13,7 millones de euros, procede de Portugal y se realizó en el sector de la química inorgánica.
Y en sentido contrario, dentro de la inversión en el exterior realizada desde Galicia fueron determinantes en los últimos años las operaciones inmobiliarias emprendidas, sobre todo, por Pontegadea, el brazo inversor de Amancio Ortega. El 2017 no fue una excepción. Del total invertido, 559 millones de euros, el 68,1% se dirige a las actividades inmobiliarias o a la construcción de edificios, en especial en EE UU.
«En la inversión restante se aprecia una mayor diversificación que en la inversión en el exterior emitida», añade el estudio. Además de las inversiones en cemento en Suráfrica y Turquía que se canalizaron a través de Cimpor, salió capital de Galicia hacia actividades de acuicultura en Centroamérica, conservas de pescado en Ecuador y Marruecos y a empresas de componentes de la automoción en diversos países.