La gran empresa gallega muta: cada vez menos pero más grandes
El número de empresas gallegas que facturan más de 50 millones se ha reducido en un 30% desde los años noventa
Una de las taras que tradicionalmente se atribuye al ecosistema empresarial gallego es la del tamaño, una abundancia de pequeñas y medianas empresas y buen talante emprendedor que se encuentran con severas dificultades para poder consolidar el proyecto. El debate parte de dos premisas que puso de manifiesto Teresa Pedrosa, la delegada del Consorcio Zona Franca de Vigo en su intervención en la jornada organizada por el Foro Económico de Galicia en A Toxa.
La gran empresa tiene una tasa de supervivencia mayor. Analizando los últimos 25 años, el 90% de las 50 mayores empresas gallegas en 1993 han llegado con vida a cierre de 2017, superando una crisis económica que hizo estropicios entre las sociedades más vulnerables. La tasa es 30 veces superior a la de la pequeña empresa, pero admite matices, pues el informe contabiliza como supervivientes a Pescanova, Astano, Constructora San José o Barreras, que, si bien es cierto que siguen activas, han requerido rescates de fuerte calado, algunas de ellas a causa de la falta de control en su expansión.
Por otro lado, Pedrosa detecta en base a los datos del informe Ardán una correlación entre el mayor tamaño y la mayor productividad y generación de riqueza. Destaca, por ejemplo, que las empresas más productivas son cuatro veces más grandes que la media y que las que más riqueza generan están hasta 18 veces por encima del tamaño medio.
Presentacion del Informe del Consorcio Zona Franca de Vigo en la jornada del Foro Económico de Galicia en A Toxa
Concentración en la gran empresa
El tejido empresarial gallego no es, en realidad, muy distinto al español en este aspecto. España tiene un 55% de sus empresas sin asalariados y Galicia el 53,5%. Los dos territorios calcan el número de empresas por cada 100 ocupados y si en Galicia el 0,53% tiene más de 50 trabajadores, en el Estado la cifra se incrementa hasta el 0,70%. En ambos casos las cifras son pobres si se comparan con Alemania, donde el 2,96% de las empresas superan los 50 trabajadores.
En la gran empresa gallega se ha producido en los últimos 25 años un proceso de concentración. Eso denota, al menos, que el número de compañías que superan los 50 millones de negocio se haya reducido de 2015 a 155 empresas, un 28% menos que en 1993. De las 24 mayores empresas ese año, el 55% ha sufrido cambios en su propiedad.
“Ardán demuestra que el tamaño protege, pero también hace más susceptible a una empresa de ser comprada”, señaló Pedrosa. Y está claro que ser atractivo para inversores y potenciales compradores es también un mecanismo de supervivencia. Estás empresas, las más grandes, han experimentado “crecimientos de negocio y empleo mayores a la media de la economía gallega”, insistió la delegada de la Zona Franca.
Consolidar a partir de los 5,7 millones
Si ganar tamaño es una garantía de supervivencia para la empresa, el reto está en consolidar el crecimiento, sobre todo, señala el informe, a partir de los 5,7 millones de facturación y los 50 empleados. Es entonces cuando se produce un importante incremento en los costes de funcionamiento.
Pedrosa presentó un análisis de 50 empresas gallegas que superaron ese umbral desde los noventa, con el resultado de la desaparición del 38% y la supervivencia del 62% restante.