La banca catalana quiere la CAM
Caixabank y Banc Sabadell muestran su interés al Banco de España por las oficinas y los clientes de la caja alicantina. Competirán con el BBVA tras la negativa de Botín a participar
Isidró Fainé y Josep Oliu han puesto los activos de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) en el punto de mira de los bancos que presiden: Caixabank y Banc Sabadell.
Ambos han presentado ofertas, aunque muy a la baja, por la entidad alicantina. De hecho, Caixabank se ha descolgado del proceso oficial y ha mandado un escrito al Banco de España (BE) en el que manifiesta su interés únicamente por los activos de la CAM. El Sabadell sigue en la senda oficial.
Los catalanes competirán sólo con el BBVA. El presidente del Santander, Emilio Botín, no quiere comprarla “bajo ningún concepto”, según fuentes consultadas por Economía Digital. Ibercaja centra sus esfuerzos en Unnim y también se ha apeado del proceso.
Sólo los activos
El rasgo común de las ofertas catalanas es que ni Fainé ni Oliu pagarán un solo euro por las acciones de la entidad de ahorros. Sólo les interesa parte de la red de oficinas y la cartera de clientes. Se llevará el gato al agua, por lo tanto, la propuesta que pida menos ayudas del BE.
El Sabadell es el aspirante que más empeño ha puesto en la puja, una vez que se frustrase su intento de fusión con Banco Pastor, que prefirió al Popular. La entidad de Oliu necesita una operación de estas características para colocarse entre las entidades sistémicas españolas por volumen de activos.
Se trata del postor con menos músculo financiero. La oferta es poco arriesgada. Fuentes del Sabadell han descrito la propuesta como “muy medida”. Pero aunque existan los recursos, las ofertas por la CAM quedan por debajo de las expectativas del gobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez. En Caixabank tampoco han tirado la casa por la ventana.
Clave para crecer
A pesar de que Fainé fue el primero en admitir su interés, la propuesta, enviada en el tiempo de descuento por La Caixa al BE, propone la compra parcial de la entidad levantina. Su interés tiene ahora matices. Caixabank prefiere consolidar su posición de liderazgo en banca minorista mediante una posible fusión con Bankia, operación que algunos cenáculos financieros ya dan por descontada.
Ésta se desencadenará, según fuentes bancarias, una vez el próximo Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dé luz verde al banco malo que absorberá los activos tóxicos de todas las entidades españolas. La decisión ya habría sido confirmada a Rodrigo Rato.
Pérdidas de 2.200 millones
El comprador de la CAM tendrá que asumir un coste entre necesidades de capital y asunción de pérdidas en su activo no cubiertas por el Banco de España de más de 2.200 millones de euros. Además, deberá refinanciar una gran cantidad de créditos que vencen en los próximos tres años. Con toda probabilidad, la CAM será adjudicada antes del 31 de diciembre.