La Audiencia Nacional investiga al Popular desde la absorción del Pastor
El juez marca objetivos a los peritos del Banco de España y amplía hasta 2012, año de la fusión entre Popular y Pastor, la evaluación de la solvencia del grupo
El juez Andreu pone el retrovisor. Y llega en sus investigaciones hasta un año clave en la vida, pasión y muerte del Banco Popular, el de la absorción del Pastor. En un auto emitido este jueves, en el que pide a los peritos del Banco de España una serie de pruebas y pesquisas para conocer, básicamente, los detalles de la controvertida ampliación de capital de 2016, el juez de la Audiencia Nacional aprovecha y plantea otra serie de pruebas periciales que se remontan hasta el 2012.
Entre otras muchas cuestiones, el juez requiere a los peritos del caso nombrados por el Banco de España que informen detalladamente de los «resultados del Banco Popular Español en los ejercicios de evaluación de la solvencia del sector bancario desde el año 2012». Ese ejercicio fue el de la integración efectiva del Pastor en el balance del Popular.
El año de la absorción
La fusión por absorción del banco gallego con la entidad presidida entonces por Ángel Ron se anunció en octubre de 2011, y no fue hasta el primer trimestre del ejercicio siguiente cuando se materializó la oferta pública de adquisición de acciones, que en su momento inquietó al mercado por las dudas sobre el lastre del ladrillo del Pastor.
La entidad presidida en ese momento por José María Arias, quien asumió a partir de entonces una de las vicepresidencias del Popular, dejó de cotizar en Bolsa en febrero de 2012, y no fue hasta junio de ese año, tras las respectivas juntas generales extraordinarias, cuando las dos entidades comenzaron a operar como un solo banco. Por tanto, el 2012 se puede considerar como el primer año de vida del Popular una vez absorbido el Pastor. Y los resultados de la solvencia derivada de la mencionada absorción es lo que quiere determinar el juez Andreu cuando se remonta hasta 2012.
La ampliación de capital
Los dos inspectores designados por el Banco de España para analizar la documentación sobre Popular deberán chequear también si el folleto y la documentación correspondientes a la ampliación de capital de mayo de 2016 ofrecían la «imagen fiel» del banco y estaban libres de «cualquier tipo de manipulación o deformación». Según el auto, los inspectores deberán también verificar la razonabilidad de las hipótesis para la estimación de posibles pérdidas por importe de 2.000 millones de euros que estaban incluidas en el folleto de la ampliación de capital.
De acuerdo con el auto, los inspectores tendrán que valorar los movimientos en la información financiera de los ejercicios 2016 y 2017 y elaborar un informe sobre la suficiencia de recursos propios y de los ratios de capital del banco, con un examen especial sobre los análisis de planificación de capital y el proyecto Sunrise, que consistía en la creación de un banco malo que aglutinase los activos tóxicos, también los procedentes del Pastor. Finalmente, el proyecto Sunrise fue desechados por los gestores del Popular. Los peritos también investigarán las operaciones con títulos del banco, especialmente la financiación vinculada a la compra de acciones.