Guerra en la banca para captar 1.600 millones en planes de pensiones
Las entidades convierten el ahorro para la jubilación en un bazar oriental, con ofertas que van desde TVs hasta el 5% de incentivo por los traspasos
En España, más de 9,7 millones de personas tiene suscrito un plan de pensiones, bien individual (7,6 millones) o a través de las empresas en las que trabajan (2,1 millones).
Según los últimos datos de Inverco, la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones, el ahorro que mantienen los españoles en fondos de pensiones privados ascendía en junio pasado a 112.143 millones de euros, una cifra por debajo del coste público del pago de los derechos de jubilación en el presente ejercicio. Son 1.770 millones de euros más que en junio de 2018 y 5.110 millones más que a finales del pasado año.
Entre enero y septiembre, los partícipes en este instrumento de ahorro han aportado un total de 1.896 millones de euros, pero lo bueno está por venir. En los dos últimos meses del año se concentra el 50% del negocio, casualmente cuando comienza a agotarse el tiempo para aminorar la factura fiscal con el Ministerio de Hacienda.
Por eso, entidades financieras y compañías aseguradoras echan el resto desde estos momentos hasta el cierre del ejercicio, ofreciendo sus mejores ofertas para captar o «robar» el ahorro de los que no se conforman con la pensión pública. En juego, sólo en los dos últimos meses del año, están alrededor de 1.600 millones de euros. Mucho dinero para los tiempos que corren.
El atractivo de los planes de pensiones
En 2015, cuando entró en vigor el nuevo límite de aportaciones anuales a los fondos de pensiones (8.000 euros), entre noviembre y diciembre se llevaron a cabo aportaciones por importe de 1.635 millones de euros, de los que 1.298 millones correspondieron al último mes del año. En 2016, la cifra subió a 1.656 millones y en 2017, a 1.736 millones. El 2018 marcó la cifra más baja: 1.558 millones, de los que 1.118 millones se aportaron en diciembre.
La mayoría de las campañas de bancos y aseguradoras duran todo el año, pero su publicidad es más notoria en los últimos meses del año. Y ello a pesar de que el sector financiero quiere desestacionalizar el negocio.
Olvida, sin embargo, la tradicional falta de previsión de los ciudadanos, que esperan hasta el último momento para realizar este tipo de desembolso que, además de constituir una bolsa para el futuro, permite una reducción de la cantidad aportada en la base imponible del contribuyente en su declaración del Impuesto sobre la Renta de la Personas Físicas.
Es, sin duda, el principal atractivo de este instrumento de ahorro. El propio sector bancario reconoce que, en la actualidad y puede que durante algunos años más, no existe un activo que ofrezca una rentabilidad financiero-fiscal similar para el nulo riesgo que se corre.
Las ofertas se concentran básicamente en incentivar los traspasos de fondos de una entidad a otra con hasta un 5%, dependiendo del montante de dinero que se capta, del compromiso de futuras aportaciones y de permanencia durante un determinado número de años. ¿Por qué? Porque el mercado es muy reducido. El crecimiento viene por atraer clientes de otra entidad y tratar de fidelizarlos.
En 2017, las aportaciones totales a planes de pensiones ascendieron a 3.723 millones de euros y las prestaciones (el dinero que recibieron los partícipes), a 2.677 millones. El pasado año fueron 3.581 millones de aportaciones frente a 2.997 millones en prestaciones. Un saldo neto de 584 millones.
Caixabank, BBVA y el Santander: las entidades con más volumen a junio
Caixabank, el líder indiscutible de este mercado, premia con entre un 1% y un 5% el traspaso de fondos por importe superior a 30.000 euros Los porcentajes más altos se perciben si hay aportaciones periódicas mensuales. BBVA baja el montante traspasado a 25.000 euros, pero incentiva también con un 1% las cantidades inferiores a 8.000 euros. El Santander mantiene los 30.000 euros y hasta un 4% cumpliendo una serie de requisitos.
En esa misma línea está Banc Sabadell. Da entre el 1% para traspasos inferiores a 10.000 euros y hasta el 4% para más de 30.000 euros y aportaciones extras. La entidad que preside José Oliu hace distinciones entre personas con más de 50 años o menos, que tienen que ver con las cantidades traspasadas: 10.000 euros para las primeras y 30.000 para las otras. Las exigencias de permanencia oscilan entre los 4 y 7 años.
Bankia ofrece una bonificación de hasta el 5% por aportaciones y traspasos, en función de la cuantía, el plan de destino y el compromiso de permanencia. Como novedad, la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri ofrece elegir un regalo físico u otro digital canjeable en Amazon, según aporten hasta 5.000, 8.000, 16.000 o más euros anuales.
De los más de nueve millones de partícipes de fondos de pensiones, sólo tres millones realizan periódicamente aportaciones a su plan. El resto, el 66%, ha realizado alguna vez un desembolso o varios, pero no lo ha vuelto a hacer. El ingreso más frecuente está entre 301 y 900 euros anuales. En esta franja se concentra el mayor número de personas, concretamente una de cada ocho.
Menos del 8% de los participes ingresa menos de 300 euros y sólo el 4,5% de los ahorradores dice aportar más de 3.000 euros a su plan. Son la excepción. Estas son las razones por las que la pelea entre las entidades es tan feroz por los traspasos.
La entidad con más volumen gestionado a junio de este año es Caixabank, con 27.834 millones de euros, la cuarta parte del total. Le sigue BBVA (22.238), el Santander (9.558), Bankia (8.013) e Ibercaja (6.499). Mapfre (4.836 millones), Allianz (4.279) y Renta 4 (3.753) le siguen. Completan el “top ten” Sabadell (3.295) y Kutxabank (1.312 millones).