Feijóo reivindica la fusión de las cajas que acabó en quiebra
Feijóo vuelve a reivindicar la fusión de las dos cajas gallegas, dice que "el tiempo da la razón" y celebra que "quede claro" que Fernández Gayoso no la quería
Todo un viaje en el tiempo. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha vuelto a reivindicar la fusión de Caixa Galicia y Caixanova puesto que, el resultado, es una entidad bancaria con sede en Galicia (en referencia a Abanca) y con 5.000 trabajadores, y ha celebrado que «por fin queda claro» que «había directivos» que no querían que se llevase a cabo esta operación.
Así lo ha dicho en la rueda posterior al Consello de la Xunta, un día después de que el expresidente de la entidad resultante de la fusión de las cajas gallegas (Novacaixagalicia), Julio Fernández Gayoso, asegurase que el Banco de España pensaba «exactamente lo mismo» que él sobre la unión de las entidades, Caixanova y Caixa Galicia, que «era la peor de las opciones posibles».
La fusión de las cajas gallegas acabó con un rescate público que tuvo un coste para el Estado de unos 9.000 millones de euros. Fue el momento de su nacionalización. La fusión no logró demostrar que la resultante podía seguir su andadura en solitario, que era lo que se pretendía, en gran medida por los problemas que arrastraba Caixa Galicia. La operación de fusión acabó, por tanto, en una quiebra que solo la intervención del Estado pudo resolver. Posteriormente, en subasta pública, fue adquirida por Juan Carlos Escotet, que en ese momento controlaba en España el Banco Etcheverría.
Las razones de Feijóo
«Había directivos que preferían que las cajas se desvaneciesen. Por fin queda claro que esta era una propuesta», ha advertido este miércoles Núñez Feijóo, que añadió que si se hubiesen producido fusiones con otras entidades de otras comunidades se hubiesen «disuelto en el entramado de Bankia» o «en otras cajas mediterráneas». «Ya sé que había directivos que preferían que las cajas se desvaneciesen y se fusionaran con entidades de fuera. Por fin queda claro definitivamente que esto era una propuesta», ha apostillado Feijóo, después de que Gayoso dijese este martes que la fusión de Caixa Galicia y Caixanova «era la peor de las opciones posibles».
Además, el que fuera dirigente de entidad fusionada gallega aseguró, en la comisión de investigación de la crisis financiera del Congreso de los Diputados, que en Galicia «no había más opción que la fusión intrarregional» y «no estaba permitido» que se fusionasen con entidades de otras comunidades.
La «due dilligence»
Este miércoles, Feijóo defendió que la Xunta pidió una «due dillingence» a KPMG y que, sobre la base de este documento, «se adoptó un posicionamiento», el de la fusión de las cajas gallegas, que contó «con el acuerdo mayoritario del Parlamento», con el acuerdo del PP y BNG. «Salvo el PSOE que gobernaba en Madrid y el PSOE en la Cámara autonómica, todos estábamos interesados en mantener una entidad financiera en Galicia. Y (el estudio encargado), con los planteamientos que estaban vigentes en aquel momento por parte del Banco de España posibilitaba el hecho de tener una entidad financiera radicada en Galicia», ha apostillado Feijóo en relación a la fusión interna en la Comunidad.
Para el mandatario autonómico, el «tiempo da la razón» al resultado del estudio encargado por la Xunta, es decir, que «ninguna podía ir por separado» y que «la posibilidad de fusionar las cajas con entidades foráneas, que era propuesta del PSOE y de algún directivo de alguna caja, suponía que Galicia dejaba de tener entidad financiera y que no habría servicios centrales en Galicia».
Sin embargo, ha destacado que Galicia cuenta hoy en día, en referencia a Abanca, el banco resultante de la subasta de la caja fusionada y quebrada, con «servicios centrales» y «sede en Galicia», así como con 5.000 personas trabajando.