Escotet asegura que Abanca supera la cuota de mercado que tuvieron Caixa Galicia y Caixanova juntas
El presidente de Abanca defiende el modelo combinado de crecimiento orgánico y compras de la entidad, que incluso ha logrado "batir" las cuotas de las antiguas cajas gallegas "en sus mejores momentos"
El presidente de ABANCA, Juan Carlos Escotet Rodríguez. EFE/ Lavandeira Jr.
Abanca cerró los seis primeros meses del año con 104,3 millones de beneficio y tres elementos clave en el balance: una progresión del 14% en los beneficios recurrentes; un exceso de capital de 1.440 millones sobre requisitos de solvencia; y una morosidad del 2,1%, por debajo del 3,3% de media del sector aunque con una evolución desfavorable, pues subió 0,2 puntos porcentuales en un año mientras la del sistema bancario descendió 0,4.
Juan Carlos Escotet se fundamentó en estos parámetros para defender la solidez y la solvencia de la entidad, que ha estado sometida a una dieta de engorde, con la adquisición de la red de Deutsche Bank, Novo Banco, Caixa Geral y Bankoa, que la ha llevado a sobrepasar los 110.000 millones de volumen de negocio, 47.114 millones de euros (+4,2%) en créditos a la clientela y 62.953 millones (+8,5%) en captación de recursos.
«No vemos ningún motivo para cambiar la estrategia, por el contrario, ahora más que nunca, será necesaria. Creo que la combinación de crecimiento orgánico e inorgánico es ganadora», dijo el presidente de Abanca. «Hemos recuperado cuotas de mercado naturales de las cajas gallegas» y superado «las cifras de los mejores momentos de las antiguas cajas», insistió.
Caixanova y Caixa Galicia, según sus propios balances, llegaron a superar conjuntamente los 120.000 millones de volumen de negocio antes de la fusión, en 2009. En el caso de la entidad dirigida por José Luis Méndez alcanzaban los 78.000 millones, mientras que la de Julio Fernández Gayoso superó los 43.000, sin contar la integración de Banco Gallego. Además, alcanzaron cuotas impensables, muy superiores al 50% en algunas zonas, debido a su fuerte implantación territorial, cuyo desmantelamiento todavía continúa a día de hoy con la habilitación de cajeros u oficinas móviles en lugar de las tradicionales sucursales. Escotet se refiere a las cuotas de esos «mercados naturales» como medidor de éxito para Abanca, no tanto por motivos de rentabilidad, sino porque era un terreno muy difícil de recuperar tras el colapso de las cajas y da cuenta del carácter sistémico de la nueva entidad.
Las primeras cuentas de ejercicio completo presentadas por Novacaixagalicia, la fusión de Caixanova y Caixa Galicia, correspondieron a 2010 y mostraban un volumen de negocio de casi 124.500 millones, frente a los 110.000 de la actual Abanca. Los activos de las cajas se situaban en los 73.500 millones, por debajo de los 80.329 que presentó este viernes el banco de Juan Carlos Escotet.
La morosidad de Novacaixagalicia aquel año era el triple que la de la actual Abanca, pues alcanzaba una tasa del 6,62%, por encima de la media del sector.
No teman a los créditos ICO
Abanca movilizó 3.607 millones en créditos ICO, el mecanismo de avales al que recurrieron las empresas para obtener liquidez durante la pandemia. De estas operaciones ha clasificado como dudosos un 2,2% hasta el momento. Los saldos dudosos se elevaron por encima de los 1.000 millones debido a la integración de Novo Banco. Sin el efecto de la compra, habrían retrocedido un 2,8% desde junio del año pasado.
La cobertura de activos improductivos (créditos dudosos y activos adjudicados) es de un 75,5% y la de los activos dudosos de un 82,9%. Abanca cuenta con más de 15.600 millones de euros en activos líquidos, lo que supone tener cubierto un importe equivalente a 4,2 veces el total de sus vencimientos previstos de emisiones.
