El Tesoro deberá esperar hasta 2016 para respirar
Los vencimientos de la deuda pública en 2015 superarán los 160.000 millones pero en el año siguiente caerán hasta los 80.000 millones
La crisis económica en España se ha superado, según el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. La economía comienza a crecer, y eso es cierto, pero las consecuencias no desaparecerán de una día para el otro.
El Tesoro ha sufrido una enorme tensión en los tres últimos años, y aún le queda un año por delante, aunque las condiciones han cambiado mucho, y el descenso en la prima de riesgo –la diferencia entre el bono español a diez años y el bono alemán a diez años—ha sido enorme. Le queda, sin embargo, un año más, el 2015, pero podrá respirar, si, efectivamente, la economía sigue creciendo, en 2016.
Vencimientos casi por la mitad de los actuales en 2016
El Tesoro inició el año que acaba, en 2014, con unos vencimientos de la deuda de una enorme magnitud, sobre los 185.600 millones de euros. En 2015 la cifra será algo menor, y se sitúa entre los 160.000 y los 170.000 millones de euros. El cálculo que ha realizado Bloomberg es de 177.000 millones, pero el Tesoro todavía no ha confirmado esa cifra.
En cambio, al año siguiente, en 2016, la cifra se reducirá de forma clara, entorno a los 80.000 millones de euros. Eso supondrá un claro respiro, que demuestra una cuestión: los vencimientos de los últimos años, del que finaliza y del siguiente, corresponden a deuda emitida a corto plazo en los años 2011 y 2012, que fueron terribles, y con un coste muy elevado por la incertidumbre que se vivía en toda la zona euro.
Optimismo fundado, si nada se tuerce
Los datos del Tesoro, por tanto, van en la línea de lo apuntado por expertos, y por el propio Gobierno español, que trata de ‘vender’ optimismo al asegurar que lo peor ya ha pasado. Eso no implica que España pueda celebrar una situación económica mucho mejor, pero ha ido superando una situación muy complicada.
Y es que existe una paradoja. La deuda se va pagando, la prima de riesgo es mucho más baja, sobre los 110 puntos, pero la deuda total también es mayor, y está sobre el billón de euros, el PIB de España.
Un interés medio del 3,46%, el más bajo de la historia
El descenso de los intereses ha permitido al Gobierno reducir este año la previsión de emisión de deuda neta de 65.000 a 55.000 millones, una reducción del 23,5% en comparación a 2013, cuando la emisión neta alcanzó los 71.900 millones, y la bruta llegó a los 238.560 millones.
En 2014, esa emisión bruta prevista fue de 242.000 millones. Respecto a 2015, en los presupuestos figura una emisión bruta de 242.765 millones. Es decir, que no se reduce de una forma determinante, porque el volumen total no ha dejado de crecer y es necesario refinanciarla.
Ahora bien, los inversores quieren deuda española. Porque lo que ha ocurrido en el último año es que el coste medio de toda la deuda que está en circulación ha caído al 3,46%, el más bajo en 150 años. El interés medio en 2014, si se tienen en cuenta todas las subastas del Tesoro, ha sido del 1,56%, Nada que ver con el interés medio de 2013, cuando fue del 2,45%.
Apetito por la deuda española, porque se va pagando y es segura
El Tesoro coloca con mayor facilidad, con menores intereses, pero también ha colocado más deuda, a la espera de que el ciclo, –al necesitar vender deuda a corto plazo por la poca confianza que se había generado en los mercados—se invierta, y pueda comenzar a respirar, algo que llegará en 2016.
El catedrático de Economía, Santiago Niño Becerra, tiene una explicación sobre ese apetito inversor, que podría cambiar al ofrecer menor rentabilidad.
«Se compra la deuda española, aunque rinda poco, porque España paga los intereses que la deuda genera y porque ha demostrado que los va a seguir pagando, y, por tanto, invertir en deuda española da poco, pero es una inversión segura, y como la inflación es negativa, es un negocio redondo», asegura.