El Pastor perdió casi 1.000 millones en depósitos en un año
La compra del Popular por parte del Santander logró frenar la acelerada fuga de depósitos, pero el Pastor continuó perdiendo clientes hasta final de 2017
Si el Pastor resistió mejor que el Popular la prolongada crisis que atravesó el banco y que finalizó con su resolución y posterior venta por un euro al Santander, no por ello fue inmune a sus efectos. La entidad gallega que el Popular compró en 2011 perdió casi mil millones en depósitos entre noviembre de 2016, el mes que se fraguó la caída de Ángel Ron y la llegada de Emilio Saracho; y noviembre de 2017, ya con el Santander a los mandos del banco.
Así lo muestran los datos de la Asociación Española de la Banca (AEB), que registraba en noviembre del año pasado 7.816 millones de los depositantes en las arcas del Pastor, 932 millones menos que los 8.748 que sumaba el mismo mes del ejercicio anterior, según los datos de la asociación.
Huida en dos tiempos
Esta pérdida de clientela tuvo dos tiempos. La marga gallega del Popular perdió 635 millones en depósitos en el primer semestre del año a ritmo acelerado. En esa etapa, las dificultades del banco eran evidentes tras la entrada de Emilio Saracho, consejero de Inditex, y los mensajes escasamente optimistas que envió al mercado.
La espantada de los depositantes fue una de las causas de la pérdida de solvencia del Popular que precipitó la resolución. Al menos, eso defendió la Junta Única de Resolución. En el caso del Pastor, la fuga se aceleró en el segundo trimestre.
El Santander no logra reflotar los números
La llegada del Santander de Ana Botín convirtió la huida de clientes a grandes zancadas en un pausado goteo, pero tampoco evitó la escapada de depósitos hasta final de ejercicio. En junio, el Pastor sumaba 7.897 millones de los depositantes, que llegaron a incrementarse hasta los 7.979 en septiembre.
Sin embargo, entre octubre y noviembre, el último mes del que ofrece datos AEB, cayeron hasta los 7.816 millones. Es decir, el Pastor perdió 63 millones en depósitos desde la entrada del Santander. Poca cosa si se compara con los más de 800 millones que se fugaron en el periodo de Emilio Saracho.