»El oligopolio de bancos en España ahogará a las empresas»
El economista Raphael Nagel advierte de que la economía española no será sostenible si se basa tanto en el turismo y en los bajos salarios
Raphael Nagel (Heilbronn, Alemania, 1970) cree en las segundas oportunidades. Las mismas que él se dio, tras sufrir un infarto por la enorme presión laboral que tenía. Trabajó a fondo en el Deutsche Bank, y en la reestructuración de empresas y en refinanciar deuda. Y ahora quiere que esas empresas y los ciudadanos puedan solventar las enormes bolas de endeudamiento.
Lo hace a través de la Fundación Nagel, que busca ayudar y apoyar a las personas y colectivos en riesgo de exclusión. De madre española y padre alemán, Nagel, socio de Exante Merchant Bankers, sostiene que la crisis ha provocado una reducción de las entidades financieras que puede ser perjudicial. «El oligopolio de bancos en España ahogará a las empresas, principalmente a las pymes que tienen problemas para lograr financiación», asegura.
Nagel ha expuesto su visión de los años de la crisis en Turbocapitalismo: los maestros de la quiebra (Kant Ediciones), en el que analiza los casos de las preferentes; la estafa de Ruiz Mateos; experiencias que salieron bien, como Pescanova; la situación de los inmigrantes, respecto a las hipotecas adquiridas, en concreto los de Ecuador; el caso de Bankia y de Rodrigo Rato o el de la familia Botín.
Reducción excesiva de entidades
El economista, que no para de poner en marcha proyectos para «salvar personas» de los excesos del sistema, asegura en una entrevista con Economía Digital que las entidades financieras se han reducido en exceso. «Aunque también en Alemania hay problemas, como se ha visto con Deutsche Bank, lo que ha ocurrido en España es poco comprensible».
Nagel se explica: «En Alemania hay 1.850 entidades, muchas de ellas son bancos regionales, con infuencia de los políticos locales, que funcionan, que aportan vitalidad a las pequeñas y medianas empresas. En cambio en España se han reducido a 15, y, de hecho, a tres grandes bancos, Santander, BBVA y CaixaBank, a la espera de lo que pase con Bankia, y eso es un problema, porque ese oligopolio en la práctica ahogará a las empresas, a las medianas empresas porque el crédito, aunque fluye ahora, acabará siendo insuficiente».
La falta de una mayor competencia, de una mayor oferta, perjudicará al conjunto de la economía, según Nagel, que lamenta la desaparición de las cajas. Entiende que es cierto que existía una politización de las cajas, pero considera que muchas cumplían con una misión necesaria.
Los bajos salarios
Ahora España crece. Europa mantene su atonía, con los tipos de interés al cero por ciento. ¿Se podrá mantener ese modelo por mucho más tiempo? Nagel asegura que no, que tras las elecciones norteamericanas, meses después, se podría iniciar una etapa de subida de intereses. Pero se centra en España. «Estamos creciendo, sí, pero creo que el modelo no es sostenible, porque se basa en los servicios, en el turismo, que no comportará siempre así». El economista se refiere al hecho de que España se beneficie de la situación complicada de los países de la ribera mediterránea. «Eso no siempre durará, al margen de que puedan pasar cosas en la propia España», asegura, en alusión a posibles atentados terroristas, como ha ocurrido en Francia.
Sin embargo, para Nagel «lo que cuesta de entender es que se apueste por un sistema basado en el turismo y los bajos salarios, que no es sostenible, porque no ayuda al consumo interno».
Su idea se basa en los estudios de Kenneth Rogoff, profesor en Harvard, y ex economista jefe del FMI. Rogoff propone que los bancos apliquen intereses negativos a los ahorros, para que ese dinero aflore al mercado. Es decir, si se pierde dinero con depósitos en los bancos, se querrá poner ese capital en circulación, con proyectos empresariales que puedan beneficiar al conjunto de la sociedad. «Este sistema necesita el consumo y que los ciudadanos se endeuden, por supuesto con toda la información y las reglas claras, cosa que no pasó con la crisis», insiste Nagel.
Las cajas alemanas
¿Pero cómo se ayuda a las empresas y a los ciudadanos para que tengan una segunda oportunidad? Este economista lo tiene claro. «Se pueden liberar las deudas de la Seguridad Social y de Hacienda, como se ha hecho en otros países», señala, con una premisa previa: «es posible declararse en concurso de acreedores como persona física y que el juez te pueda liberar de la deuda». Con ello, se reducirían las distancias entre los grandes empresarios –que a su juicio reciben un mejor trato– y los pequeños empresarios y los ciudadanos de a pie.
Lo que no puede ser, según Nagel, es que las entidades «vendan seguros propios al ofrecer las hipotecas, cuando eso no tienen por qué hacerlo. Tener un seguro es obligatorio, pero no necesariamente la entidad que te ha concedido la hipoteca debe contratarte ese seguro», precisa.
Lo que defiende Nagel es volver los ojos sobre cosas que ya funcionan, que ya han funcionado, como la banca tradicional, con la idea de impedir «grandes monstruos bancarios mundiales». Y cita su modelo ideal, que denomna «tres-seis-tres». ¿Cuál es? El de las cajas de ahorro alemanas: «Las cajas alemanas reciben el dinero al 3%, lo prestan al 6% y a las tres de la tarde el director se va a jugar al golf porque su trabajo ha finalizado».