El núcleo duro del Popular está a punto de perder el 9%
Tras diluir su capital un 8,3% en la ampliación de junio, la operativa de trading llevada por la Sindicatura de Cuentas ha propiciado la venta de 1,3 millones de acciones durante el verano, rebajando el valor de su participación en otro 8%
En pleno proceso de reestructuración del Banco Popular, con la negociación de un ERE para prescindir al 20% de la plantilla y cerrar 300 oficinas y a la espera del trasvase de activos inmobiliarios a una entidad para sanear el balance, la Sindicatura de Accionistas de la entidad ha proseguido durante todo el verano con una frenética actividad de trading, comprando y, sobre todo, vendiendo, acciones a manos llenas.
Aunque las antiguas familias del banco y los empleados de la entidad, a través de la Sociedad General Financiera y Fiduciaria (Sogefi) y de la Unión Europea de Inversiones (UEI), se mantienen como máximos accionistas de la entidad presidida por Ángel Ron, el balance de esta operativa bursátil se ha traducido en la tenencia de 1,3 millones de acciones menos desde que el pasado 23 de junio empezaran a cotizar los título de la ampliación.
Dilución permanente
En esa ampliación, la dilución de los accionistas agrupados en el pacto sindicado fue finalmente del 8,3%, que se . Contaban con casi el 10% y lo vieron rebajado a poco más de 9%. Un umbral que está a punto de quedar atrás.
Según los datos remitidos el pasado lunes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), con las últimas operaciones realizadas hasta el pasado viernes, la Sindicatura del Popular solo atesoraba el 9,004% del capital del banco.
Participación valorada en 437 millones
De seguir con esta tendencia, de vender muchos más títulos de los que compra, todo apunta a que, antes de que acabe el presente mes de septiembre, este núcleo duro de accionistas del Popular contará con una participación valorada en 437 millones de euros, un 8% inferior a los casi 475 con los que partió al cotizar los títulos de la nueva ampliación.
Una caída que no ayudará en nada a mejorar las alicaídas cuentas tanto de Sogefi –la sociedad que vehicula los títulos de los empleados en la Sindicatura–, como de UEI, donde están depositados los intereses las familias históricas de la entidad.
Sogefi y UEI, con el agua al cuello
Si la situación no cambia de manera radical en los tres meses que restan para finalizar el ejercicio, ambas sociedades volverán a presentar unos pésimos resultados. Incluso peores a los registrados en 2015, cuando Sogefi cerraba con un activo corriente tres veces inferior a los 30 millones de euros de pasivo, indicativo de la escasez de liquidez a corto plazo.
Por su parte, UEI –todavía sin remitir a la CNMV el cierre del primer semestre de 2016– ya veía en marzo las orejas al lobo, cuando reconocía su delicada situación patrimonial por la caída del valor de las acciones del Popular.
Activos en picado
En ese primer trimestre, había visto reducido su activo a la mitad, de 290 a 148 millones de euros, dejando su patrimonio neto con un negativo de 6,2 millones, cuando en marzo de 2015 rozaba los 140 millones positivos. Entonces, atesoraba una deuda de 155 millones de euros, de la que el Popular era casi su único acreedor.
Para acudir a la ampliación de UEI y diluir lo menos posible el 2,9% del capital del Popular que atesoraba, la Unión Europea de Inversiones tiró de una parte de un crédito concedido por el Popular y de otras fuentes de financiación.
Esta semana, en mínimos históricos
Aunque ayer miércoles, la entidad presidida por Ángel Ron se beneficiaba, como el resto del sistema financiero europeo, de las medidas anunciadas por el Banco de Japón de mantener los tipos en mínimos y comprar bonos soberanos a 10 años, a la entidad le queda mucho camino por recorrer para dejar de ser el peor valor del Ibex.
Durante este ejercicio, cotizando a mínimos históricos –por debajo de 1,1 euros–, acumula pérdidas anuales del 60%.