El giro de España: aumentan “los creyentes” en su economía
'The New York Times' ve un cambio con la entrada de inversores tras cinco años de crisis
Existe un fenómeno estructural en la economía mundial. Nada será igual que antes del inicio de la crisis. Todos los expertos coinciden en ese diagnóstico. Pero España ha podido iniciar un giro importante en los últimos meses. Desde una situación grave, en el que el enfermo estaba en la UCI, con una prima de riesgo desbordada, que podía haber llevado al país a un rescate total por parte de las instituciones europeas y el FMI, se ha pasado a una convalescencia en la que el enfermo ya está en planta.
El hecho concreto es que los inversores han vuelto a interesarse por España, y se atrae a nuevos “creyentes”, como apunta el diario The New York Times.
Es una cuestión, claro, que incide en el ámbito macroeconómico, y del cual se benefician ahora las elites internacionales, que buscan buenas oportunidades en el mercado. Pero se trata del primer síntoma claro, desde la crisis, de que España puede comenzar a ver el futuro con mayor optimismo.
Un nuevo lugar bajo el sol
El diario norteamericano asegura que se ha producido una coincidencia positiva: la entrada de Bill Gates en el capital de la constructora FCC, y el anuncio del crecimiento de la economía española en el tercer trimestre de este año, aunque fuera sólo del 0,1%. El hecho es que se dejaba de caer. Todo ello pareció confirmar lo que “muchos ejecutivos y el Gobierno de Mario Rajoy venían reclamando desde hace meses: que España merece tener de nuevo un lugar bajo el sol».
La información, que firma Raphael Minder, un periodista con una formación envidiable y que recoge siempre diferentes puntos de vista, cuenta con la opinión de diferentes expertos. “Lo realmente destacable es que de repente España está de moda, cuando hasta hace poco olía a gato encerrado para los inversores», asegura Gonzalo Díaz-Rato, asesor de fondos internacionales a la hora de invertir en activos españoles.
Aumento de la inversión extranjera
El diario recoge los datos de inversión de los últimos meses, que ha publicado el Banco de España, y que, pese a la polémica suscitada, recoge las impresiones que anunció Emilio Botín, el presidente del Santander. Y es que la inversión extranjera aumentó un 126%, hasta 17.000 millones de euros, un dato que contrasta realmente con los 21.000 millones de todo 2012.
Otros llegan más lejos. Ignacio de la Torre, socio de la gestora de activos Arcano, asegura que «España se encuentra en posición de lograr una recuperación a la alemana». Esa idea se basa en la fuerza del sector exterior, unida a una devaluación interna, que podría volcar el país hacia las exportaciones, como hizo en su día Alemania, y otros países emergentes como Corea del Sur o Singapur.
Con ese clima, se apunta que el Gobierno podría recuperar sus planes de privatización, como la venta de una participación mayoritaria de AENA.
¿Y la deuda?
El problema que se dibuja, y que diferentes expertos españoles han constatado en diferentes ocasiones en Economía Digital, es la deuda. Es decir, por un lado se apuesta por una devaluación interna que favorezca las exportaciones, pero que tiene el peligro de una deflación, y por el otro sería necesario una inflación moderada, pero clara, que hiciera posible el pago de la deuda pública y privada, porque con esa inflación sostenida, perdería valor.
Esa idea la apunta en The New York Times, Simon Tilford, del Centro para la Reforma de Europa, al ver, claramente, que se quieren hacer dos cosas “contradictorias”, como como acometer una devaluación interna para ganar competitividad, a la vez que trata de mantener la sostenibilidad de sus deudas.
En cualquier caso, y, pese al peligro de que muchas empresas puedan contar con nuevo capital extranjero, perdiendo capacidad de decisión, España ha conseguido “nuevos creyentes”, que giran su mirada hacia el conjunto del país.