El frenazo de la industria y la construcción lastran a Galicia, que crece menos de la mitad que Portugal
El crecimiento del PIB en el primer trimestre, del 5,1%, se queda por debajo del 6,3% de la economía española y del 11,9% de la portuguesa; la inversión cae de manera continuada desde el primer trimestre de 2019
El cuadro macroeconómico de Galicia tras el golpe del Covid envía señales similares a las registradas durante la pasada crisis financiera. Como sucedió entonces, la economía gallega cayó menos durante el impacto, pero mostró una mayor debilidad en la reactivación. Eso ha sucedido en el primer trimestre de este año, como pone de manifiesto el análisis de coyuntura presentado este miércoles por el Foro Económico de Galicia. El crecimiento del PIB se situó en el 5,1% en los tres primeros meses del año, por debajo del incremento registrado en el conjunto de la economía española, del 6,3%, y muy lejos del de Portugal, que creció más del doble, un 11,9%.
Este descuelgue del avance del PIB español, que ya se produjo en el último trimestre de 2021, tiene matices, pues la economía gallega está un 1,6% por debajo de su actividad previa a la crisis sanitaria y entre las mejores comunidades españolas junto a Navarra, País Vasco y Cataluña, mientras que la economía española todavía presenta una caída del 3,6% respecto a cifras pre-Covid. En todo caso, la posición no es buena si se compara con países como Portugal, Francia o la media de la Unión Europea, que está en marcas superiores al PIB previo a la pandemia.
Un contexto de incertidumbre
«La economía española reacciona mucho mejor que otras economías europeas, pero Galicia ha vuelto a tener dificultades para su relanzamiento económico. Tenemos poca capacidad de respuesta», dijo el catedrático de Economía Aplicada de la UDC y coordinador del informe del Foro Económico Fernando González Laxe, que vinculó el menor impulso de Galicia a que no fue capaz de cambiar sus «bases productivas» por lo que le cuesta adaptarse «a esta nueva era».
La recuperación incompleta que expone el estudio del Foro comparte espacio con la incertidumbre generada por la inflación y un conjunto de factores que amenazan el crecimiento, como el riesgo de cortocircuitos en la cadena de suministro, posibles nuevas oleadas de Covid, los efectos de la guerra en Ucrania o la política monetaria. «Un sexto de la población mundial va a padecer hambre por esta subida de precios», apuntó González Laxe.
El frenazo industrial
La evolución del PIB gallego en el primer trimestre presenta contrastes en su letra pequeña. El mayor consumo, con un crecimiento del 2,4% fundamentalmente por el impulso del consumo privado, empuja al crecimiento económico, pero es la demanda externa la que presentó una mayor fortaleza en el primer trimestre, con una aportación de 3,6 puntos porcentuales al crecimiento agregado del PIB.
Frente al dinamismo del consumo, la inversión bruta continúa a la baja, con una tasa de variación negativa del 2,5% interanual, manteniendo la tendencia registrada desde el primer trimestre de 2019. Por sectores, hay una lógica recuperación de los servicios en el arranque del año pues en el primer trimestre de 2021 todavía había restricciones. Sin embargo, la industria y la construcción muestran una evolución negativa, frenando la recuperación económica. Ambas han presentado una tasa de variación negativa en los dos últimos trimestres, pese al empuje de las manufacturas. En el caso de la industria con caídas del 0,5% y del 4,5%; y en la construcción del 4,4% y del 1,8%.
Un problema enquistado
Uno de los problemas clave de la economía gallega, arrastrado durante toda la etapa de Núñez Feijóo en la Xunta, es la baja tasa de actividad (52,7%), que sitúa a la comunidad con el segundo peor índice de España solo por delante de Asturias, algo asimilar a lo que sucede con la tasa de ocupación, en la que es cuarta por la cola.