Cantabria, Asturias y Galicia lideran el éxodo juvenil

La marcha de jóvenes a otros territorios en busca de estabilidad laboral compromete el crecimiento de Galicia y pinta un panorama muy negro para su economía

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Durante décadas Galicia ha mirado para otro lado ante un problema que amenaza su línea de flotación. La comunidad no ha parado de perder habitantes, en parte por el envejecimiento de la poblacion, un factor que desde la Administración emplean para tratar de ‘rascar’ más de la caja de financiación autonómica pero contra el que poco se hace, y también por la emigración, que se está cebando especialmente con los jóvenes, los llamados a poner fin a este desequilibrio.

Para el Foro Económico de Galicia, de poco sirve que la comunidad encadene diez trimestres consecutivos creciendo si en los últimos cuatro años la población activa entre 25 y 34 años se ha reducido en un 22%, una cifra solo superada por Asturias (27%) y Cantabria (48%), un problema que, en su opinión es “uno de los más graves” a los que se enfrenta la economía gallega.

El director del Foro, Santiago Lago, ya advertía hace unos días, durante la presentación del anuario 2018, de que la economía gallega no podría mantener la tendencia si la demografía no cambiaba, e instaba a las administraciones a “ponerse las pilas” y plantear medidas para frenar la marcha de gente joven.

Empleo de baja calidad

De toda esta situación subyace el problema de la calidad del empleo. A pesar de que la economía gallega crece por encima del 3%, los salarios se están quedando atrás, lo que provoca que aumente la precariedad y la inestabilidad laboral.

En este sentido, el futuro no es muy alagüeño. En uno de los últimos informes de coyuntura realizados por el Foro Económico, la tasa de temporalidad entre los jóvenes de 16 a 24 años se situaba en el 73%, un dato que hace pensar que, de aquí a unos años, este sector de la población seguirá buscando su futuro en el exterior ante la falta de estabilidad laboral en su tierra.

De esta forma, Galicia, una de los territorios con menor tasa de fecundidad, verá como la sangría poblacional continúa sin freno y como los llamados a contribuir a la mejora del bienestar de los mayores que quedan – bien sea a través de contribuciones sociales o de sus habilidades profesionales– desaparecen de las estadísticas por la falta de medidas para hacer de la comunidad un territorio atractivo para desarrollar su carrera profesional.

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