El Banco de España destituye a la cúpula de CatalunyaCaixa
Mientras, Feijóo maniobra para que Castellano retenga el control de NCG
La última caja de ahorros catalana ha sucumbido. El único accionista, el fondo público que administra los bancos rescatados por el Estado, el ya popular FROB, ha destituido la cúpula directiva de CatalunyaCaixa sin que la Generalitat haya opuesto la mínima resistencia.
Si existió alguna vez un supuesto sistema financiero catalán, éste acaba de entregar el control del 13% del mercado a Madrid. El presidente del grupo nacionalizado, Adolf Todó, y su mano derecha, Jaume Masana, han sido obligados a entregar las riendas. Ambos tenían libertad de movimiento para hacer y deshacer.
El sustituto
El 1 de junio, un hombre de la máxima confianza del presidente del fondo público, Fernando Restoy, y del presidente de Bankia, Ignacio Goirigolzarri –que asume la dirección de facto en la entidad impulsada por la Diputación de Barcelona– llegará a la caja. Administrará, como persona interpuesta, un millón de clientes en Catalunya y un balance de 65.000 millones.
Carlos Pla es el hombre elegido. Reportará directamente a Goirigolzarri. Así lo indica la propuesta elaborada por la consultora internacional Mckinsey para coordinar las entidades participadas por el Estado. Además del grupo catalán y madrileño, también se incluye a Novagalicia.
Secretismo
El gobierno catalán ha sido objeto pasivo en el proceso de relevo. El ministro de Economía, Luis de Guindos (IND), ha informado al conseller d’Economía, Andreu Mas-Colell (CDC), este mediodía en Barcelona. El escenario ha sido la Delegación del Gobierno.
La comunicación oficial ha llegado en el marco de una reunión prevista para abordar cuestiones económicas pendientes entre ambos Ejecutivos.
Mas-Colell se queja
La Generalitat ha trasladado al ministro el convencimiento de que Todó no es el responsable de la situación actual de la caja. También se ha quejado por las formas. Mas-Colell ha expresado su convencimiento a De Guindos de que los nuevos administradores seguirán la senda del ya ex presidente y lograrán sacar adelante CatalunyaCaixa gracias al trabajo hecho en los últimos dos años.
La destitución de Todó y Masana se vio en el consejo de administración del fondo público de rescate celebrado este jueves. La próxima semana abordará los cambios en Novagalicia.
Galicia resiste
Galicia está, sin embargo, plantando cara. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo (PP), maniobra para que José María Castellano retenga el control de la caja de ahorros y no sea sustituido por otro técnico cercano al Banco de España.
Castellano, sin aliados en Madrid, tiene los días contados a menos que el señalado como número dos virtual del Partido Popular ponga en valor su ascendente sobre el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (PP).
Dos velocidades
El cambio de directivos a dos velocidades se debe a las urgencias financieras. CatalunyaCaixa perdió 11.000 millones de euros en 2012. Esos números rojos se han cubierto con dinero público. Pero no bastarán: varias fuentes cercanas al proceso insisten en que la institución barcelonesa precisa otros 3.000 millones para culminar el saneamiento.
Mientras no se despejen esas dudas, será improbable que el sector privado decida asumir riesgos. La privatización ha fracasado dos veces en seis meses. En junio, el fiasco se achacó a la incertidumbre generada por las reformas financieras impulsadas por el propio Gobierno.
Reconocimiento
En febrero los grupos privados dieron el plante y avisaron: CatalunyaCaixa tiene un precio negativo. Ese fue el inicio del fin del banquero manresano que heredó a Narcís Serra. Un ejecutivo que, a pesar de todo, goza del reconocimiento del FROB.