El debate sobre la viabilidad del sistema de pensiones, atropellado en los últimos meses por los bandazos de la política española, tiene cifras propias en Galicia, un territorio debilitado por la crisis demográfica y por el abandono del rural debido a las dificultades para generar actividad económica. El resultado es que el 24,8% de la población gallega es pensionista, frente al 18,6% en la media del Estado, según reflejan los datos recopilados por el informe A Economía Galega de Afundación.
Esto genera un gasto en pensiones equivalente al 13,4% del PIB de Galicia, tres puntos más que en el conjunto del sistema. El ratio de afiliados por pensionista ha bajado de manera notable desde la crisis económica, mejorando en los últimos años, pero de manera insuficiente, ya sea en España o en el territorio gallego. El efecto de este desequilibrio es un déficit entre la recaudación (las cotizaciones) y el gasto que debe asumir el sistema. El agujero alcanzó en Galicia los 3.512 millones en 2016, según los datos del informe.
El agujero de las pensiones crece sin parar
El desfase no ha hecho más que crecer en los cuatro años analizados por el estudio, entre 2013 y 2016, a pesar de que en el último ejercicio se produce un aumento significativo de las cotizaciones por el descenso del paro. Pasaron de 4.731 millones a 4.813 millones.
Una mejoría, pero insuficiente, pues el gasto fue al alza durante todo el periodo. Si en 2013 era de 6.920 millones, tres años después se situaba ya en los 7.607 millones. Hay que tener en cuenta que Galicia presenta un ratio de cotizante por pensionista inferior al del conjunto del Estado, pues se mueve entre el 1,7 y el 1,4, mientras que la mínima estatal suele superar los dos trabajadores por pensionista.
Los 3.500 millones de agujero en las pensiones
Tomando como referencia el año 2016, la parte contributiva del sistema de la Seguridad Social habría presentado un déficit de 22.906 millones, de los que 2.794 son imputables a Galicia. En este cálculo se incluyen, además de las pensiones de jubilación, la maternidad y la incapacidad temporal.
Ahora bien, si a la cuenta añadimos los complementos a mínimos, partidas que destina el estado a complementar pensiones que no llegan a la pensión mínima, el desfase se dispara muy por encima de los 3.000 millones en Galicia. El agujero alcanza los 3.512 millones en 2016, frente a los 3.389 millones de 2015 o los 2.955 millones de 2013. En el conjunto del Estado se situaría en su cifra más alta en 2016 al superar los 30.000 millones.