Catalunya vota ahogada en su deuda
La región más endeudada de Europa elige, con 210.000 parados más, un nuevo parlamento
Catalunya vota este domingo sin que durante la campaña se haya debatido cómo superar la profunda crisis económica que, en los dos años de la legislatura más corta, se ha llevado por delante, no sólo la solvencia de la Generalitat, quebrada, sino el bienestar de buena parte de la población.
Las grandes cifras con las que Artur Mas (CiU) pide la reelección este domingo son 11.000 millones más de deuda, a pesar de los intensos recortes en servicios públicos y de los nuevos impuestos, y una tasa de paro desconocida desde 1985: el 22,6% de los catalanes no tiene trabajo. La tasa de desempleo ha deprimido el mercado interior y sólo las exportaciones y el turismo sostienen a la región que antaño fue locomotora de España y una de las economías más avanzadas del continente.
Mas Deuda
Los principales indicadores están peor hoy que en noviembre de 2010. José Montilla (PSC) y sus socios del gobierno tripartito entregaron la Generalitat con 33.000 millones de deuda. Inmediatamente se diseñaron presupuestos restrictivos, que por primera vez gastaban menos que los anteriores. Los servicios públicos esenciales sufren los mayores impactos, suponen el 80% del gasto, por lo que los ciudadanos notaron a los pocos meses de la llegada de Mas los tijeretazos en sanidad y educación. Los funcionarios cobran de media un 5% menos.
La austeridad de la que el gobierno catalán ha hecho gala ha arrojado resultados inesperados si tomamos como referencia las declaraciones de los líderes nacionalistas, pronunciadas para defender cada uno de los tres grandes recortes en gasto público: hoy Catalunya se ahoga en su deuda, es la región que más dinero ha tomado prestado en toda Europa. Los acreedores esperan que se les devuelvan hasta 44.000 millones (saldo proyectado a 31 de diciembre de 2012), 11.000 más que a principios de la legislatura. El acelerador sigue pisado como prueban las previsiones de déficit de este año. Equivaldrá al 1,5% del producto interior bruto (PIB).
Mas impuestos
El plan convergente para contener la situación está apareado a mayores exigencias colectivas. Las oleadas de recortes han permitido gastar 6.500 millones de euros menos, insuficientes para corregir la situación y que, sin embargo, han degradado notablemente la calidad de los servicios, según los sindicatos. De este modo, Mas ha forzado la máquina también por el capítulo de ingresos. La presión fiscal ha subido como complemento a las medidas restrictivas. La recaudación tributaria ha engordado el 6,9%.
Catalunya lidera la clasificación europea en impuestos pero sus servicios públicos pierden calidad respecto al resto de territorios comparables, según los observatorios europeos. Artur Mas ha introducido nuevas tasas, como la universitaria o el euro por receta. También se ha incrementado la tasa sobre los carburantes hasta el límite permitido por el Gobierno central y desde el 1 de noviembre los clientes de hoteles, hostales y cámpings abonan la tasa turística.
Mas Déficit
La incapacidad para controlar el déficit y por lo tanto para enjugar deuda ha quebrado la Generalitat. Mas, que no lo ha reconocido abiertamente, ha pedido 5.000 millones de rescate al gobierno español para poder atender los gastos corrientes y devolver las emisiones de deuda a particulares, los conocidos bonos patrióticos, que han vencido precisamente esta semana. Gracias a un préstamo del Instituto Oficial de Crédito (ICO) con recursos fondeados por la banca con garantías del Estado, Mas ha podido reintegrar más de 2.700 millones a los ahorradores catalanes.
La operación se enmarca en el contexto del Fondo de Liquidez Autonómica, el mecanismo establecido por el Ministerio de Hacienda para evitar que las autonomías entren en suspensión de pagos. El Consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, ha reconocido que, en 2014, el capítulo para atender los costes financieros de la deuda será el 63% superior a la partida reservada por su antecesor, Antoni Castells (PSC), para 2011.
Mas paro
La austeridad y la nueva fiscalidad, como única fórmula para corregir la situación de quiebra ha deprimido a la economía. El PIB está abatido y se espera que durante 2013 vuelva a entrar en recesión tras un 2011 de cierto sosiego. El dato hasta septiembre de este año sitúa el decrecimiento de la economía a ritmos del 0,4%. El consenso de los principales estudios es que dentro de 12 meses Catalunya, no sólo estará en recesión, sino que será un 1,2% más pobre que este 25 de noviembre.
El Consejero de Industria, Francesc Xavier Mena, defiende este domingo las listas de Artur Mas habiendo incumplido la promesa de reducir a la mitad el paro heredado. En 2010, unos 630.000 catalanes llenaban las listas de las oficinas de desempleo. La falta de políticas activas ha sido una autopista para la destrucción de puestos de trabajo. El paro ha continuado escalando hasta afectar a 840.000 personas, tomando el tercer trimestre de 2012 como referencia. La tasa es del 22,6%. El mayor nivel desde 1985.
Mas competitividad
Para encontrar datos positivos de la economía catalana hay que buscarlos en las exportaciones y en los indicadores de competitividad. Es donde se encuentran los pocos brotes verdes, aunque empiezan a marchitar. Las exportaciones aguantan el tipo pero el crecimiento empieza a enfriarse. La tercera recesión en los países de la zona del euro en menos de cuatro años ha perjudicado a los productos catalanes. Sin embargo, el empeño de las compañías por abrir nuevos mercados ha permitido que el último balance arroje crecimientos del 6,8% en las exportaciones.
La economía catalana se muestra más competitiva particularmente por las correcciones realizadas contra paro y al cruce del euro contra el dólar. La moneda única da síntomas de debilidad frente a la divisa estadounidense y los productos catalanes se benefician, por ahora, al poder ofrecerse a menor precio en mercados alternativos al europeo.