Caixabank, Santander… los ERE destruyen el 5% del empleo del sector
Los ERE bancarios que están en marcha ya implican a más de 6.500 trabajadores este año
Solo han pasado cinco meses desde el inicio de 2019 y la banca ya ha sentado las bases para destruir más de 6.500 puestos de trabajo, casi el 5% de la plantilla con la que los bancos cotizados cerraron 2018. Entidades como el Santander está negociando la reducción de sus plantilla, mientras que Caixabank y Unicaja ya han llegado a un acuerdo para su ERE y BBVA parece planteárselo.
Los motivos para reducir costes son variados: desde el cierre de sucursales por el cambio de modelo a uno de banca más tecnológica hasta la duplicidad de oficinas o, como en el caso de Caixabank, por el mercado y la presión sobre el negocio financiero.
En 2018 esta misma entidad anunció el cierre de 800 oficinas y un ERE por 2.157 personas. Sin embargo, tras negociar con los sindicatos todas las salidas se convirtieron en voluntarias y se rebajaron el 6%, hasta los 2.023 afectados del total de 29.508 personas que tiene en plantilla en España.
Entre las propuestas acordadas, se encuentran indemnizaciones del 57% del salario hasta los 63 años para personas nacidas antes de 1961 y hasta 1965 que acepten apuntarse al ERE voluntariamente, es decir, que sean ahora mayores de 54 años. Los trabajadores pueden adherirse de manera voluntaria hasta mediados de junio de 2019.
El Santander negocia un ERE que afectará a 3.700 trabajadores de los 30.868 que tiene en España
En el sector bancario español trabajan unas 133.300 personas, según los últimos datos a cierre de 2018 publicados por BBVA, Bankia, Bankinter, Caixabank, Sabadell, Santander, Unicaja y Liberbank.
Por su parte, el Santander tiene previsto un Expediente de Regulación de Empleo que afectará a 3.700 trabajadores -de los 30.868 que tiene en España- y supondrá el cierre de 1.150 oficinas. En este caso se encuentra en medio de las negociaciones con los sindicatos, que están intentando reducir el número de afectados.
Estos denuncian que la entidad está ofreciendo condiciones peores que las del ERE del año anterior. En aquella ocasión se plantearon jubilaciones anticipadas con el 80% del salario para trabajadores de más de 55 años y quince años de antigüedad y ahora esa cifra se ha rebajado a la franja del 75-55% del salario.
También Unicaja, que registraba 6.337 empleados a cierre de 2018 en España, lleva varios meses negociando un ERE para su plantilla. En un primer momento la cifra de afectados se situó en 1.028 en un periodo de tres años, el 10% del total, pero tras varias negociaciones las cifras que se manejan son 760 prejubilaciones y 200 que podrían ser movilizados.
Además, se especuló con Liberbank que en el marco de las negociaciones para fusionarse con Unicaja -que al final se rompieron- se especulaba que llevaría a cabo un Expediente de Regulación de Empleo.
Empleo de calidad
No obstante, la cifra de despidos podría crecer, ya que en un primer momento se especulaba que la banca eliminaría unos 10.000 empleos en 2019. Por ejemplo, BBVA detallaba en su informe financiero de 2018 -publicado en la CNMV- que gastará unos 480 millones de euros en 2019 en prejubilaciones, aunque no ha concretado ningún plan de recorte.
Haciendo una extrapolación con lo que le costaron las salidas en 2018, con este dinero puede jubilar a unos 1.700 empleados, por lo que la cifra de despidos total de las entidades españolas, a la espera del cierre de las negociaciones de los bancos que tienen Expedientes de Regulación de Empleo abiertos, podría llegar hasta los 8.223 afectados.
Todas estas salidas, la mayor parte llevadas a cabo con prejubilaciones voluntarias, suponen la destrucción de empleo de calidad y de personal con alto grado de formación y estudios. Así, uno de los sectores claves para la economía española está eliminando este tipo de trabajos debido a la concentración del mercado y la transformación digital.
Con esto, las oficinas han pasado a reducirse casi a la mitad en diez años. Así 19.899 oficinas bancarias –cajas de ahorros y entidades financieras de créditos incluidas– han desaparecido desde 2008, lo que ha supuesto una reducción del parque de sucursales del 43,2%, según datos del Banco de España.
Solo en 2018 se cerraron en España 1.314 sucursales, dejando operativas un total de 26.166, que vienen acompañados de reducciones de personal. Así, también disminuye el número de trabajadores disponible por cliente, lo que puede dañar la eficiencia de la banca española.