Blackstone pone a la venta las viviendas en ruinas del Popular
Aliseda, la inmobiliaria de Blackstone y Banco Santander, comercializa en Galicia casas sin tejado, con la cocina arrancada o cubiertas de humedad
Activos por valor de 10.000 millones y un portafolio de más de 40.000 referencias. Esa es la mochila que traía consigo la inmobiliaria Aliseda, creada por Banco Popular, pero en manos de Blackstone y del Santander a raíz de la resolución y venta de la entidad en 2017. Quien se encarga de la comercialización de los inmuebles es el fondo de inversión norteamericano, que se hizo con el 51% del ladrillo tóxico del antiguo banco de Ángel Ron por 5.000 millones y permitió a Ana Botín desconsolidar del balance una gran bolsa de activos que hubieran endurecido las exigencias de solvencia.
Blackstone ha optado por una estrategia diversificada de comercialización. Este mismo lunes anunció la puesta en el mercado de 2.500 activos en España, repartidos en 1.500 viviendas y 1.000 naves y locales comerciales, con descuentos de entre el 10% y el 40%. Desde la caída del Popular, Aliseda lanzó grandes paquetes de suelo destinados a inversores, creó portales online especializados y mantuvo una actividad constante en el canal minorista. El problema en este canal es que, entre los 10.000 millones en activos adquiridos, el fondo también se encontró con auténticas ruinas procedentes de los adjudicados (impagos) de Banco Popular.
En Galicia, Aliseda comercializa viviendas sin tejado, bajos tomados por la humedad, cocinas arrancadas, salas con el ladrillo descubierto o con las cubiertas y puertas rotas. Según explican en la inmobiliaria, las casas y pisos en mal estado adquiridas del Popular se comercializan a bajo precio bajo la premisa de que el comprador tendrá que rehabilitar o invertir. En muchos casos, sobre todo en casas rurales, poco más se puede aprovechar que la parcela. Es una postura diferente a la que sigue Blackstone en otras propiedades en mal estado, donde sí que aplica inversiones para revalorizar el inmueble, indican en Aliseda.
Cocina arrancada en el «chalet» de Pontedeume / Aliseda
En Teo, municipio de la comarca de Santiago, vende una casa por 26.400 euros con un dormitorio y un cuarto de baño, pero con medio tejado caído. El principal valor es la parcela de 859 metros cuadrados sobre la que se asienta. Un «chalet» en Pontedeume de 107 metros cuadrados, con dos plantas y bodega, tiene la cocina totalmente arrancada. Vale poco más de 23.000 euros sin contar impuestos. En Negreira, «una casa para reformar» se comercializa por 31.400 euros. «Cuenta con un entorno natural privilegiado, donde podrá disfrutar de la tranquilidad y el descanso que tanto merece, alejado del bullicio de la gran ciudad», dice el portal inmobiliario. Sin embargo, está totalmente tomada por la humedad, con charcos en el piso y moho apreciable en paredes y techos. Lo más destacable es la parcela de más de 6.000 metros donde se encuentra la vivienda.
La humedad hace estragos en la casa de Negreira que vende Aliseda / Aliseda
En otro «chalet» en Portomarín (Lugo) de 20.000 euros, la hierba de la finca habita ya el interior de la vivienda, que ha perdido parte de la cubierta; y en Crecente (Pontevedra) se puede conseguir una vivienda por 14.800 euros, con el problema de que solamente quedan los muros de un edificio que nunca se acondicionó para que fuera habitable pero que «tiene muchas posibilidades», según Aliseda.
Casa con «muchas posibilidades» en Crecente (Pontevedra)