Absuelta la antigua cúpula de Caixanova por el ‘pufo’ de Rivas
La Audiencia Nacional absuelve a Gayoso, Pego y Gorriarán por la operación inmobiliaria de Rivas, que hizo un roto de 48 millones a Caixanova
La Audiencia Nacional ha absuelto a los cuatro exdirectivos de Caixanova implicados en la investigación de una operación inmobiliaria en Rivas-Vaciamadrid que dejó un agujero de 48 millones en la desaparecida caja gallega. La Sala descarta que el expresidente de la entidad, Julio Fernández Gayoso; el exdirector general, José Luis Pego; el exdirector de la División Comercial, Gregorio Gorriarán; y el exdirector de la División de Planificación Financiera y Control, Domingo González Mera; cometieran el delito de administración desleal por el que fueran encausados.
La de Rivas-Vaciamadrid fue una de las operaciones inmobiliarias que el FROB remitió a la Fiscalía al ver indicios de delito en la gestión de la directiva de Caixanova. La Fiscalía y la Abogacía del Estado solicitaron penas de 4 años de prisión por “gestión fraudulenta de patrimonio social”, una de las modalidades de la administración desleal. Sin embargo, la sección cuarta de la Sala de lo Penal, en una sentencia de este 28 de noviembre, los absuelve de estos delitos.
La cúpula de Caixanova actuó de acuerdo a sus funciones
La resolución considera que los exdirectivos desempeñaron la función que era propia de su cargo en la operación investigada, sin extralimitarse. “Las decisiones no sólo eran colegiadas, sino unánimes, sin que ninguno de los empleados en ellas haya recibido la menor presión o influencia en sentido alguno”, concluye la Audiencia Nacional.
Una vez analizada la operativa se ha constatado, dice el fallo, que la presente operación resultaba de interés para Caixanova, que entre los planes establecidos para aquellos años buscaba su expansión en el ámbito de préstamos hipotecarios y Rivas Vaciamadrid contaba con uno de los índices de crecimiento más altos de España, lo cual significaba que si la operación era satisfactoria y las viviendas que se iban a construir (610) se vendían, suponía un incremento notable de nuevos clientes que se subrogarían en el préstamo de la promotora.
La Sala concluye que ninguno de los acusados, “siguiendo un plan preconcebido y con abuso de sus funciones”, actuó para causar un daño económico a Caixanova por lo que emite una sentencia absolutoria.