Abanca superaría a Bankinter y Kutxabank con la compra de Liberbank
La operación elevaría los activos de Abanca hasta los 90.000 millones, convirtiéndose en el sexto banco de España por detrás del Sabadell
Juan Carlos Escotet tiene en el punto de mira la mayor operación de la historia de Abanca, enseña que nació hace cinco años fruto del descalabro de las antiguas cajas gallegas y que puede convertirse en poco tiempo en el sexto mayor banco de España por volumen de activos. Para ello necesita consumar la opa que ha puesto sobre la mesa para tomar el control de Liberbank, uno de los bancos que emergió de la crisis financiera a golpe de fusiones –SIP de Cajastur, Caja de Extremadura y Caja Cantabria– y que ultima su fusión con Unicaja.
Si Escotet llevaba tiempo de compras, como prueba la adquisición de la red de Deutsche Bank en Portugal o la de Caixa Geral en España, la operación de Liberbank son palabras mayores. Abanca valora la entidad en 1.639 millones, de los que el banco gallego está dispuesto a pagar más de 1.200 en efectivo. Con la integración de Liberbank, el volumen de activos de Abanca se situaría por encima de los 90.000 millones, superando a Kutxabank y a Bankinter, lo que colocaría a la entidad como la sexta mayor en el mapa financiero español, por detrás del Sabadell.
El más grande de la clase media
Abanca cerró su último ejercicio con 50.982 millones en activos y una cifra de negocio de 82.700 millones, teniendo en cuenta la aportación de la red portuguesa de Deutsche Bank y la española de Caixa Geral, que sumarían 13.000 millones a la cuenta. A cierre de 2018, Liberbank declaró unos activos de 39.227 millones. La integración de ambas entidades, por tanto, consolidaría un banco con un volumen de activos de 90.209 millones.
Esta cifra supera los 75.870 millones de Bankinter, los 58.755 de Kutxabank y los 56.834 millones de Unicaja. De un plumazo, Abanca se colocaría como el sexto banco español, por detrás de Sabadell (179.000 millones en activos), Bankia y los tres gigantes, Caixabank, BBVA y Santander.
Sabadell: 178.987 millones en activos
Abanca+Liberbank: 90.209 millones en activos
Bankinter: 75.870 millones en activos
Kutxabank: 58.755 millones en activos
Unicaja: 56.834 millones en activos
Abanca: 50.982 millones en activos
Liberbank: 39.227 millones en activos
La transformación que planea Abanca
No es una broma la trayectoria de Escotet, que aterrizó en España en 2012 con la adquisición del modesto Etcheverría y siete años después aspira a superar a Bankinter. El banquero venezolano dijo en la presentación de los resultados anuales el 29 de enero que Abanca estaba centrada en la integración de sus dos adquisiciones más recientes, Deutsche Bank y Caixa Geral, pero la compra de Liberbank supondría toda una revolución para la entidad financiera, que casi duplicaría plantilla y número de oficinas, hasta alcanzar las 1.200 sucursales.
De cuajar la operación, también supondría el trampolín para dar el salto a bolsa, algo que estuvo en la mente de Escotet desde que compró Novagalicia. Los términos de la opa, que remitió por carta al consejo de administración de Liberbank, prevén la exclusión de cotización del banco durante el periodo de integración, para la posterior salida al parqué de “la entidad resultante en el momento que lo aconsejen las condiciones del mercado”.
Adicionalmente, Abanca abriría su capital, pues la propuesta del banco gallego es ofrecer un canje por acciones para dar entrada a los “accionistas históricos” de Liberbank, si así lo desean.
Lo que aporta Liberbank
Abanca negoció directamente con los accionistas de Liberbank y no fue hasta este viernes cuando trasladó al consejo de administración su oferta mediante una carta firmada por Escotet y el consejero delegado Francisco Botas en la que da un plazo de una semana para recibir respuesta. La misiva indica que la operación encaja para Abanca territorialmente, pues construiría “una de las entidades más sólidas y solventes del sector financiero español, con una presencia muy destacada en el norte de España, Extremadura y Castilla la Mancha”.
La propuesta coge a Liberbank en pleno proceso de fusión con Unicaja y saneando balance. En el último ejercicio dio salida a 900 millones en tóxicos, redujo la morosidad al 4,9% y el volumen de improductivos al 12,5%. La entidad cerró ejercicio con un patrimonio neto de 2.831 millones y un beneficio de 110 millones. Tenía 29.300 millones en depósitos y otros 22.000 millones en créditos.
Con esa aportación, Abanca dispararía su volumen de depósitos hasta cerca de los 70.000 millones, mientras que los créditos estarían por encima de los 60.000 millones.