Zalando, Asos y Boohoo: los rivales online de Inditex pierden todo lo que ganaron con el Covid
Los 'pure players' europeos tocaron máximos históricos durante la pandemia, pero sus acciones ya valen menos que antes del Covid tras dejarse 30.000 millones de valor en bolsa
La crisis provocada por el Covid tuvo efectos contrapuestos en los grandes grupos de moda. Si multinacionales como Inditex o H&M se derrumbaron en bolsa y tardaron más de un año en recuperar la capitalización que tenían antes de la pandemia, los llamados pure players, empresas que operan solamente online, marcaron sus máximos históricos en el parqué aprovechando la caída de la afluencia a las tiendas por las restricciones y la mayor demanda a través de la red. De aquel fuerte crecimiento en medio de la crisis sanitaria ya no queda nada. Los tres principales operadores europeos, Zalando, Asos y Bohoo, valen en el mercado menos que antes del Covid.
Entre las tres firmas se han dejado 30.000 millones de valor desde los máximos que alcanzaron durante la pandemia. El batacazo más sonoro es el de Zalando, que vale 19.000 millones menos que hace poco más de un año. La empresa rebajó sus previsiones en junio, estimando un ebit de entre 180 y 260 millones, menos de la mitad de lo esperado a comienzos de ejercicio. También reconoció la posibilidad de que los ingresos no aumenten, estableciendo una horquilla de entre el 0% y el 3%.
Las acciones de Zalando cotizaban a cierre de sesión el viernes a 26,61 euros, por debajo de los 31 euros que marcaban cuando estalló la pandemia, es decir, se depreció un 4,5% en el periodo y más de un 75% desde máximos. En lo que va de 2022 la caída es del 63%.
El del marketplace alemán no es un caso especial, pues las británicas Asos y Boohoo han dibujado trayectorias parecidas y también valen menos que antes de la pandemia. En el caso de Asos, un 23% menos que en marzo de 2020, y en el de Boohoo, un 71% menos.
El declive de Asos y Boohoo
Las turbulencias económicas, con problemas en la cadena de suministro e inflación; la recuperación de los hábitos tradicionales de consumo; el acelerón online de las tradicionales multinacionales de la moda; y la pérdida de confianza del cliente, que reduce las compras y aumenta las devoluciones, parecen estar detrás de tan acusados retrocesos.
A esto hay que sumar otros problemas singulares, como el dificultoso proceso de renovación de la cúpula de Asos, que acaba de anunciar la salida de su director financiero, Mat Dunn. La firma británica, que también emitió un profit warning en junio, vale un 23% menos que antes del Covid y cae un 85% desde los máximos alcanzados en febrero de 2021. Se ha dejado más de 5.000 millones en bolsa.
En el caso de Boohoo, las acciones se han depreciado un 71% desde marzo de 2020 y un 86% desde los máximos alcanzados en junio de hace dos años. Su valor en bolsa ha disminuido en más de 4.000 millones desde entonces.
La presión de Shein y la presión de Inditex
“Empezamos a ver personas que miran el dinero en sus bolsillos y piensan que sus facturas de combustible han aumentado y están gastando más en alimentos”, decía el número dos de Zalando, Mat Dunn, para explicar el recorte en las previsiones de la compañía que abandonará a finales de este año. Pero no solo ha sido un problema de confianza en el consumidor y de incremento de las devoluciones. También la mayor debilidad ante las interrupciones de la cadena de suministro ha influido en el retroceso de los pure players, así como la presión ejercida por otros competidores, entre ellos la china Shein, con precios especialmente bajos.
Al nuevo actor asiático que convulsiona el mercado hay que añadir la transformación de las multinacionales clásicas, que siguen contando con una amplia red de tiendas y que han acelerado en las ventas online. Inditex, sin ir más lejos, presentó en el verano de 2020 un plan para expandir su tienda online por todo el globo y reestructurar su red de establecimientos con el cierre de 1.200 puntos de venta. Ese plan, que pretendía reforzar el modelo integrado de tienda física y online, fue el último servicio de Pablo Isla a Amancio Ortega.
Las acciones del gigante de Arteixo están todavía un 20% por debajo de los niveles previos al Covid, pero se revalorizaron un 16% desde mínimos de marzo de 2020.