Yolanda Díaz calma a Alcoa: el estatuto eléctrico, aprobado “en días”
La ministra de Trabajo asegura que el Gobierno aprobará "en días" la medida estrella para la industria gallega y pone el traspaso de la AP-9 como prioridad
Mensaje de tranquilidad de Yolanda Díaz a la industria gallega. La ministra de Trabajo ha prometido que el Gobierno aprobará “en días” el estatuto de los consumidores electrointensivos, después de que el Ejecutivo no lo hiciese ni en su primera ni en su segunda reunión después del acuerdo de coalición entre PSOE y Unidas Podemos.
Yolanda Díaz asegura que esa es la intención que le ha trasladado la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, en vísperas de que la plantilla de Alcoa se manifieste este miércoles frente al Gobierno y el Congreso de los Diputados para exigir esta medida que, en un principio, debería haber sido aprobada antes del pasado 28 de abril (fecha de las primeras elecciones generales que celebró el país en 2019).
«Necesitamos con urgencia arreglar el precio de la energía en las electrointensivas», ha dicho Yolanda Díaz, que ha explicado que, en estos momentos, el estatuto está «pendiente de la resolución de múltiples alegaciones», pero que «saldrá adelante» en «días».
De la AP-9 al salario mínimo
En clave gallega, Yolanda Díaz se ha referido a la situación de la transferencia de la AP-9 a Galicia, un «acuerdo respaldado por la unanimidad de la Cámara gallega» que «en términos democráticos tiene que salir adelante». «En cuanto se inauguren las cortes, será una de las primeras leyes que vayan a debate», ha explicado.
Sobre las tareas que tendrá al frente de la cartera de Trabajo, Yolanda Díaz ha explicado que España tiene por delante «retos enormes» de «transformación», así como «una precariedad y una desigualdad que son insoportables». «Llevamos muchos años de derivas, con políticas económicas basadas en la austeridad, que vamos a intentar cambiar», ha dicho la ministra, para quien incluso la Comisión Europea es «consciente» de que hay que hacer «dos actuaciones evidentes»: la subida de los salarios a través del SMI y el «agotamiento de la política monetaria».
En este punto, Yolanda Díaz ha recordado que el compromiso del nuevo Gobierno es que el SMI represente el 60% del salario medio para final de la legislatura, recordando que, a pesar de la reciente alza del 22%, la situación sigue siendo distante a la de países del entorno: «Ya nos gustaría a nosotros hablar de esas medias», ha añadido antes de asegurar que la anterior subida del salario mínimo «tuvo efectos positivos en la economía, en la demanda interna y en la recaudación de la seguridad social». Frente a ello, algunas fuentes hablan de «afectación a dos sectores», el trabajo en el hogar, una «tendencia» ya antes de esta subida, y el mundo agrario por cuenta ajena. «Si esto es así, nuestras tesis son las correctas, porque el núcleo central del mundo del trabajo no se ve afectado», ha ratificado.
La reforma laboral
Por otra parte, Yolanda Díaz ha recordado que el acuerdo programático de Gobierno entre Unidas Podemos y el PSOE «habla en cinco ocasiones de derogar la reforma laboral». «Y es lo que va a hacer este Gobierno y esta ministra», ha garantizado.
Este proceso, ha explicado, se llevará a cabo en dos fases, una «inmediata» para los aspectos de la reforma laboral que «permiten la desigualdad entre la parte empresarial y los trabajadores», y otra, posterior, para abordar otros aspectos centrales.
Entre los elementos que van a «salir inmediatamente», ha explicado, está la derogación del artículo 52D, que «permite despedir estando enfermo», un elemento que «vulnera los derechos fundamentales» de los trabajadores y que será derogado «con carácter de urgencia».
Una vez derogada la reforma laboral, ha explicado la ministra, comenzarán los trabajos de «urgencia» para «tener un Estatuto del Trabajo del siglo XXI». «Estamos manejando normas del siglo XX», ha dicho Díaz, que ha apostado por elementos como «feminizar el estatuto» o hacerlo «sostenible», siempre bajo el paraguas del «diálogo social». «Tenemos dos grandes agujeros en relación a Europa, la presión fiscal y la distancia en gasto publico. Hay márgenes en el entorno europeo para cambiar las políticas», ha añadido.